La extraña señal emitida por algunos satélites de Elon Musk que desconciertan a la comunidad científica

En los últimos años, el entorno espacial más cercano a la Tierra ha dejado de ser un territorio exclusivo de los distintos países, dando lugar a un escenario casi monopolizado por las distintas empresas y organizaciones privadas. Sin ir más lejos, la proliferación de satélites en la órbita baja terrestre ha transformado la forma en la que se transmiten datos. En este contexto, la gran empresa por excelencia que ha sabido aprovechar esta oportunidad ha sido SpaceX, entidad que puso en marcha su constelación Starlink, diseñada para llevar internet de alta velocidad a cualquier rincón del planeta.

A raíz de esta experiencia, la organización dirigida por Elon Musk puso en marcha Starshield (Escudo estelar). A diferencia de Starlink, este segundo conglomerado de satélites está orientado a clientes gubernamentales y de defensa, ofreciendo comunicaciones seguras y capacidades avanzadas de vigilancia.

El proyecto se hizo público en diciembre de 2022, aunque ya en 2021 la National Reconnaissance Office (NRO) firmó un contrato multimillonario con SpaceX –de unos 1.800 millones de dólares– para desarrollar cientos de satélites de reconocimiento. El principal objetivo era crear una red de cobertura global capaz de monitorear el planeta, facilitando así la obtención de información para la seguridad nacional.

De entre todas sus ventajas, los satélites Starshield incorporan tecnología avanzada –como sensores ópticos e infrarrojos, entre otros–, además de contar con posibles sistemas de alerta frente a la posible amenaza de misiles balísticos o hipersónicos. Tras varios años, el proyecto ya se encuentra en fase operativa, siendo utilizado por el Gobierno de Estados Unidos y otras agencias de seguridad. Sin embargo, la gran mayoría de su capacidad se encuentra clasificada, lo que ha generado cierta preocupación sobre interferencias y su impacto en el espacio satelital global.

De hecho, en los últimos meses esta constelación de satélites asociada a la red Starshield habría emitido una misteriosa señal. En concreto, una flota compuesta de al menos 170 satélites militares podría haber violado los estándares internacionales que regulan las comunicaciones en el espacio. Para ser más exactos, estos satélites estarían transmitiendo frecuencias que no les corresponde, contradiciendo así las normas establecidas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo de Naciones Unidas que coordina el uso del espectro radioeléctrico en todo el planeta.

La incertidumbre generada por esta inusual señal fue destapada por el rastreador de satélites Scott Tiley, quien realizó el descubrimiento de manera inesperada. Tiley se encontraba en su estación particular, situada en la provincia de Columbia Británica (Canadá), cuando detectó actividad en un rango de 2.025 a 2.110 megahercios, una banda de frecuencia reservada para aquellas comunicaciones que viajan desde la Tierra al espacio.

En el caso de que un satélite enviara una señal descendente en esta banda, podría llegar a generar interferencias. Esto supondría una anomalía de bastante consideración, contraviniendo así las normas de la comunidad internacional.

«Los satélites cercanos podrían recibir interferencias de radiofrecuencia y tal vez no responder adecuadamente a los comandos de la Tierra o ignorarlos», dijo al servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos (NPR por sus siglas en inglés).

La gran duda que surge es a qué se debe esta transmisión de datos descendente. En palabras del experto, esta decisión podría estar diseñada para ocultar las operaciones de Starshield: «SpaceX es inteligente y astuto. Es posible que decidieran simplemente hacerlo y luego disculparse».