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Roberto Álamo es uno de los protagonistas de la serie AntidisturbiosMovistar+

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'Antidisturbios': 5 razones para ver la mejor serie española

'Antidisturbios' es la flamante ganadora del premio Ondas a la mejor serie de drama

Antidisturbios es la reciente ganadora del Ondas a la mejor serie española de drama, un merecido reconocimiento para una producción que, desde su estreno en Movistar+ en 2020, ya está entre las mejores series españolas de la historia. Su protagonista, Vicky Luengo, ha ganado además el Ondas a la mejor intérprete femenina. Merecido también por su sólida composición de Laia. Una y otra, actriz y personaje, representan la primera de nuestras razones para ver Antidisturbios. Incluso, para quien ya la haya visto, volver a verla.

Laia/Vicky Luengo

Pocas veces sabemos tanto de un personaje en tan poco tiempo como Laia en Antidisturbios. Una escena familiar con una partida a un juego de mesa, en teoría sin más trascendencia, nos dibuja con precisión el carácter de Laia (Vicky Luengo). La protagonista detecta que su padre hace trampas al Trivial y no para hasta que no logra lo que quiere: que él lo reconozca. 

El guion

Esa escena, la partida de Trivial, es solo una muestra de la excelencia que alcanza el guion de Antidisturbios tejido por Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen y Eduardo Villanueva. La serie, en realidad, inicia un camino que después sigue otra trayectoria aún más interesante que la anterior y que termina por explotar para tensión (y al mismo tiempo, disfrute) del espectador.

Prodigio técnico

Antidisturbios es una gran serie por el trabajo de su equipo artístico pero, de forma especial, también por la labor de su equipo técnico. El plano secuencia del desahucio es, sencillamente, un prodigio técnico. También lo es, por ejemplo, una de las persecuciones que vemos en la serie. Las manifestaciones a las que se enfrentan los antidisturbios. Y, en general, todo el conjunto.

La construcción de los personajes

No hay personaje principal de Antidisturbios sin mancha moral de algún tipo. Nadie está libre de culpa, sea esta mayor o menor. Y ese es otro acierto en el trabajo de Rodrigo Sorogoyen, Isabel Peña y Eduardo Villanueva, que construyeron unos personajes que, en la mayoría de los casos, no entienden de etiquetas tan sencillas como las de buenos o malos. Sus acciones, sean justas o injustas, nacen de una motivación que, como espectadores, tenemos la suerte de conocer. 

El último capítulo

No desvelaremos nada del final de Antidisturbios, por supuesto. Solo diremos que el último episodio de la serie está a la altura de los cinco capítulos anteriores. Y eso es mucho decir, más aún cuando hay tantas producciones que se caracterizan por un buen arranque y después terminan por decaer en interés y calidad. No es el caso de Antidisturbios, a la que no le queda grande el traje de mejor serie española. Completar la frase con el título de mejor serie española de los últimos años en vez de mejor serie española de la historia sería arriesgar poco. Y eso, además de injusto con Laia, sería como hacer trampas jugando al Trivial.