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Joaquín levanta la Copa del Rey del 2022, en La Cartuja, tras vencer al ValenciaAntena 3

La penúltima y me voy

El mejor discurso de Joaquín: «No hay cosa más bonita que hacer feliz a los demás»

El jugador bético motivó a sus compañeros antes del partido de vuelta de la semifinal de la pasada Copa del Rey

El penúltimo episodio de La penúltima y me voy viene a confirmar que es una docuserie futbolera. Ya sabemos que es la profesión de Joaquín, pero tal y como empezó parecía que no todo iba a ser fútbol. Pero lo ha acabado siendo: lo que hemos visto en los últimos capítulos son historias del jugador en su club del alma. Esta vez tocó la Copa del Rey de 2022, la que levantó al cielo de La Cartuja.
«Tengo una carrera de 21 años como profesional, pero tengo pocos títulos. Pero es una cosa que no me ha preocupado nunca. Nunca me he movido por el dinero, ni por los títulos ni por ser, no sé, más importante que nadie. Yo siempre he mirado lo primordial, que era mi felicidad», empieza diciendo el del Puerto de Santa María. Todos esos títulos son iguales. En tres ocasiones ha ganado la Copa del Rey, con su Betis en 2005 y la pasada temporada, y con el Valencia en 2008.

Las semifinales

Vayamos con la última. Joaquín sufrió porque se perdió, por covid, la ida de las semifinales de la Copa frente al Rayo Vallecano. En el salón, con su familia, cantó los goles como si estuviese en Vallecas. El conjunto sevillano se trajo un gran resultado de Madrid: 1-2.
Pero Joaquín, jugador experimentado, no lo dio por hecho. Por eso se reservó su mejor discurso para la previa del partido de vuelta. En el vestuario del Benito Villamarín, justo antes de salir al campo, azuzó al equipo, momento que quedó registrado en un vídeo grabado con un móvil. «Ya no sé ya si hablaros como compañero, como amigo o como capitán, pero lo voy a hacer como bético. Porque sé lo que pueden sentir muchos de ellos hoy aquí. Y van a estar ahí con nosotros. Los béticos… Este club lleva sufriendo muchos años». Pero hay que olvidar lo malo y pensar en positivo: «El sacrificio y el esfuerzo llevan a la gloria. Esa es la recompensa». Y acabó así, aludiendo a su fallecido tío, el que le ayudó en sus inicios: «Un tío mío me inculcó que no hay cosa más bonita que hacer feliz a los demás. Y hoy tenemos esa oportunidad. Vamos a salir ahí fuera y demostrar que queremos estar en esa final. Vamos, señores».

Joaquín, en el centro, durante su discurso previo a la vuelta de la semifinal contra el Rayo en SevillaAntena 3

Sus compañeros quedaron impactados. Canales: «Lo sacó del corazón, no lo tenía planeado. Esas son las mejores, y sales con los dientes afilados». Borja Iglesias: «Gracias por transmitirnos esto». Héctor Bellerín: «La energía que se vivió en ese vestuario después de esas palabras de Joaquín se puede ver a través del teléfono. Fue un momento muy bonito que puso las pilas a todo el vestuario».
Joaquín jugó ese día. Salió justo después de que el Rayo anotase el 0-1. Intervino en la jugada del definitivo 1-1, el que dio el billete para la final.

La final

Llegó el día de la final: 23 de abril de 2022. «¿Quién me lo iba a decir a mí? 17 años después. Mi número. Se me ponen hasta los vellos de punta», comentó, cabalístico, en relación a la Copa del 2005.
Camino del estadio, se acordó de lo que le dijo su mujer, Susana Saborido, en casa horas antes de la concentración: «Yo te he visto levantar una Copa. Ahora te tienen que ver tus hijas». «Me han puesto nervioso mis hijas. Las he visto tan emocionadas… y a mi mujer. Tengo que ganar por ellas», fue la reflexión del capitán del Betis.
El rival era el Valencia, uno de sus exequipos. Fue suplente. Salió en el minuto 86 y se lesionó al poco. Pero siguió jugando. Hubo prórroga, y el marcador (1-1) no se movió.

El penalti

Así que la final llegó a los penaltis. Joaquín tuvo que tirar el segundo. No se hace referencia en el documental, pero el bético falló un penalti crucial en su día, el que supuso la eliminación de España del Mundial de Corea y Japón en 2002.

Los bélicos, en la tanda de penaltis de la finalAntena 3

Cuando le tocó su turno, Joaquín era un manojo de nervios: «Intentaba no pensar, pero eso era una máquina que iba a 200 por hora». No tenía claro qué iba a hacer: «Te juro que hasta se me pasó por la cabeza: ‘Pues lo voy a tirar de Panenka’. Pero digo: ‘A ver si me queda clavao y entonces es cuando ya…». Así que cambió de opinión: «Voy a tirar como normalmente hago», decidió. Disparó. El portero adivinó el lado y llegó a tocar el balón. Pero fue gol. Unos minutos después, Miranda transformó la pena máxima que dio el título al Betis. La tercera Copa de Joaquín, la segunda con su Betis. ¿De quién se acordó primero? De su fallecido tío, aquel que nombró antes del partido contra el Rayo en el Villamarín.
Él levantó el trofeo al cielo de Sevilla. El momento –así lo reconoce–más emocionante de su carrera deportiva.