Las dos grandes películas de dos grandes directores que han decepcionado en Cannes

Doble decepción en el 77 Festival de Cannes con dos propuestas de grandes cineastas, como el griego con pasaporte británico Yorgos Lanthimos y el veterano norteamericano Paul Schrader, fuertes candidatos a las Palmas de oro, que no cumplieron con lo que tenían prometido.

En efecto, si bien había gran expectativa por el filme de Lanthimos, a ocho meses de su León de Oro veneciano y tres de sus Oscars por Poor Things, Kinds of Kindness no mantuvo ese nivel de coherencia narrativa, típica de su obra y no solo por estar dividida en tres episodios de tramas distintas y mismos actores.

También decepcionó Schrader que presentaba su nuevo filme, Oh Canada, como la evocación del drama de miles de jóvenes norteamericanos que en los años sesenta del siglo pasado debieron cambiar sus vidas exiliándose en Canadá para no cumplir su servicio militar en la guerra de Vietnam, y en cambio se convirtió en la íntima confesión de un hombre que al final de su vida decide desmitificar una famosa carrera de cineasta.

Mientras el primer episodio, sobre un hombre reducido a la dependencia total de parte de un millonario que debe convertirse en asesino para conservar su alto nivel de vida, mantiene las `promesas de la víspera, los otros dos van perdiendo poco a poco su interés al pasar de la historia de un policía que no reconoce a su esposa después que ésta ha retornado de un naufragio a la de una mujer que busca una persona con poderes extraordinarios que le permita crear una nueva secta.

Emma Stone, musa y actual compañera de Lanthimos, Willem Dafoe y Jesse Plemons conforman el trío de actores que se van repitiendo con diferentes roles a lo largo del filme, agravado además por una duración un tanto excesiva de dos horas 45 minutos.

A sus 77 años; Schrader reencuentra a su protagonista de American Gigolo, Richard Gere, que en 1980 consolidó la fama de ambos aquí mismo en Cannes, llevando a la pantalla una novela del escritor norteamericano Russell Banks, que en 1988 ya le había inspirado una de sus mejores películas, Affliction.

El filme cuenta la historia de un frustrado escritor que a los 23 años se ve obligado a exiliarse en Canadá para escapar al llamado a combatir en Vietnam, convirtiéndose en un famoso documentalista, activista en derecho humanos y en la lucha a la corrupción así como maestro de generaciones de estudiantes, uno de los cuales decide dedicarle una película.

Convencido por su esposa (Uma Thurman), que considera al filme un homenaje a su carrera, el hoy anciano cineasta decide convertirlo en la destrucción de su propio mito.

Sorprende en este filme crepuscular, un cierto desorden de escritura, sorprendente en alguien que fue considerado uno de los mejores guionistas de Hollywood de la segunda mitad del siglo pasado, mientras la interpretación de Gere y Thurman no va más allá de una labor de rutina.

Mejor prestación tuvo el joven actor australiano Jacob Elordi, de 26 años, ya consagrado como Elvis Presley en el reciente filme de Sofia Coppola y futuro Frankenstein de la nueva película del mexicano Guillermo del Toro.