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Jorge Aznal
La semana de la teleJorge Aznal

Marisa Paredes, la actriz que pierde los papeles con Ayuso... y los de Hollywood que nunca le ofreció

La actriz visitó Late Xou, el programa de La 2 presentado por Marc Giró

Actualizada 04:30

Marisa Paredes, durante su entrevista con Marc Giró en el programa de La 2 Late Xou

Marisa Paredes, durante su entrevista con Marc Giró en el programa de La 2 Late XouRTVE

Sospecho que no soy el único que, a lo largo de su vida, ha conocido a alguien que, al poco de entablar conversación y sin venir a cuento, desliza que pudo haber jugado en el Real Madrid. No es solo que se presentase de niño a las pruebas de acceso a la cantera, que eso sí es creíble, sino que, de haberlo querido, bien pudo desarrollar una carrera importante en el primer equipo. Son tres los factores que suele apuntar el presuntuoso interlocutor para que todos los aficionados nos hayamos tenido que privar del disfrute de sus extraordinarias condiciones como futbolista. Uno, el más habitual y plausible: que una lesión de rodilla le apartó del camino. Dos: que, llegado el momento de elegir y probablemente por recomendación o imposición de los padres –según el relato–, optó por centrarse en los estudios. Y tres, el pretexto más inusual pero también el que más gracia me produce: «Yo podría haber jugado en el Real Madrid, pero me eché novia y se acabó el fútbol».

Esta semana, Marisa Paredes visitó Late Xou, el programa de televisión entregado a la izquierda y a la causa LGTBI que empezó en el circuito catalán de TVE antes de dar el salto a La 2. Marc Giró, el presentador que quiere ser como Buenafuente y nunca lo consigue, preguntó a la actriz por su negativa a las supuestas ofertas que le llegaban de Hollywood: «Te han llamado de Hollywood, pero has dicho que no…». La propia Marisa Paredes, en una respuesta que enseguida se tornó contradictoria, desmintió de entrada que hubiese sido así. «No, yo no he dicho que no a Hollywood», comenzó a decir antes de seguir llenando sus frases con el pronombre de primera persona del singular.

«Cuando yo pego el zambombazo con Tacones lejanos, me reclamaron en Francia y Estados Unidos: ‘vente para acá y trabaja con nosotros’. Mi mamá en aquel momento era mayor, mi hija me necesitaba...–digna de elogio una cosa y la otra– y a mí la dictadura de Hollywood nunca me ha gustado. Y las otras tampoco. Hollywood no soporta las arrugas. Yo no podría estar sin operar en Hollywood, no dejan. No soportan la arruga y yo creo que la arruga es bella», terminó por justificar Marisa Paredes su supuesto rechazo a Hollywood. Lo de las arrugas sonó a excusa propia de esa presunta promesa del fútbol mundial que nos privó de su supuesto talento al centrarse en los estudios o echarse novia. Cuesta imaginar qué (sobre)actuaciones nos habría brindado Marisa Paredes –acaso Marise Walls allí–, en Hollywood, sobre todo cuando Glenn Close no lo hizo mal como Cruella de Vil.

No estuvo afortunada y sí sobreactuada Marisa Paredes en Late Xou, como también lo estuvo –desafortunada y sobreactuada– en el adiós a Concha Velasco. Cuando Marc Giró empezó a hablar de los 25 años de Todo sobre mi madre, Marisa Paredes interrumpió al presentador para corregir un dato que en realidad era correcto. «No, no, más (de 25 años). Todo sobre mi madre es del 92». No, no, Marisa, Todo sobre mi madre es de 1999 y, por tanto, sí han transcurrido 25 años. Por eso, por el 25º aniversario del filme, saliste al escenario de la última edición de los Goya y reprodujiste esa frase soez de la película. Para una vez que acierta Marc Giró…

Los gritos de Marisa Paredes contra Ayuso en el adiós a Concha Velasco

Ese error, quizá fruto de la edad, es lo de menos. Lo de más, en cambio, es el sectarismo habitual de Marisa Paredes y la mala educación que demostró en la despedida a Concha Velasco. Estaba claro que no lo iba a hacer, pero tenía la oportunidad Marisa Paredes de disculparse públicamente en televisión con Isabel Díaz Ayuso por su salida de tono en el adiós a Concha Velasco. No solo no se disculpó, sino que volvió a faltar al respeto a la presidenta de la Comunidad de Madrid que, a diferencia de Marisa Paredes, sí visitó a Concha en la residencia y se preocupó por ella en vida.

«Estábamos en el teatro de La Latina –empezó a relatar Marisa Paredes–. Concha Velasco estaba de cuerpo presente, Ayuso se acercó, y yo –otra vez yo– dije: ‘pero, ¿qué hace ‘esta’ aquí? Porque no tenía mucho sentido porque Concha era de izquierdas claramente y Ayuso, que yo –otra vez yo– sepa, no. Gente detrás empezó a decir: '¡fuera, fuera!' y yo –yo, y yo y yo– me sumé al ‘fuera’. Dije: ‘¡fuera!' Y ella parece que se enfadó pero yo lo dije así, espontáneamente».

Marisa Paredes presumió de su grupo de WhatsApp con 100 personas, creado a raíz de aquel desagradable episodio que protagonizó, «para decir que no me felicitaran más. El primero que me llamó fue Jaime Rosales, el director, que me escribió diciendo: ‘yo contigo hago un grupo con 100 personas'. Enseguida escribí para decir que había sido un error, 'quitaros (sic), por favor', porque no sabía cómo quitar el grupo… Me dijeron: 'tú salte'. Y yo me salí, pero todos los demás siguieron. El otro día, yendo hacia los Goya, Ana Torrent me dijo: ‘estoy encantada con este grupo que has organizado’». Así se las gasta la inmensa mayoría del cine español.

Ojo al razonamiento de Marisa Paredes: como Concha Velasco era de izquierdas y Ayuso no lo es, la presidenta de la Comunidad de Madrid, a quien despectivamente se refirió en la televisión como 'esta', no debía haber acudido al merecido homenaje a Concha Velasco. Marisa, déjalo ya, en serio, que a 'esta', como a Concha, la quieren muchísimo más que a ti. Aquí te pasa lo mismo que en Hollywood: que has perdido los papeles. Esos que no te han ofrecido allí, y no por las arrugas.

Te lo digo 'yo' (¿te puedo tomar prestado el pronombre o es demasiado personal para ti?) que, de haberlo querido, podría haber jugado en el Real Madrid. Pero claro, primero me lesioné, después preferí centrarme en los estudios y luego, ya sabes, me eché novia y se acabó el fútbol.

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