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Marta Flich y Gonzalo Miró, presentadores de Directo al grano

Marta Flich y Gonzalo Miró, presentadores de Directo al granoTVE

La semana de la tele

TVE va directa al grano con la maquinaria sanchista: todos sus programas, afines al PSOE

Directo al grano ha reforzado, aún más, la programación sanchista de la televisión pública

Ya está toda la maquinaria sanchista en plena ebullición en TVE. Quedaban unos huecos para rellenar y el contenido no ha sido una sorpresa: Directo al grano, por las tardes de La 1 con Marta Flich, que abandonó Todo es mentira… «porque era un programa de Risto Mejide». Al ser de izquierdas merecía algo propio y sería en TVE. Lo que no esperaba la presentadora es que le colocaran de presentador al sanchista Gonzalo Miró… o sea que ahora Marta Flich trabaja en un programa de Gonzalo Miró. Hijo de la cineasta Pilar Miró y apadrinado por Felipe González, a este lo ha dejado aparcado en la cuneta para lanzar soflamas a favor del sanchismo diariamente. El premio no tardó en llegar. Presentar Directo al grano con un contrato blindado… por si llega la derecha y le da la baja. Pedro Sánchez es agradecido con los suyos.

Si la mañana abre las ventanas con un hedor a oficialidad que asusta con Silvia Intxaurrondo militando abiertamente por la causa en La Hora de La 1, llevándose algún zasca de la oposición cuando patina: «Su pregunta -le espetó el secretario general del PP, Miguel Tellado- es tremendamente irresponsable».

Las horas de TVE transcurren en manos de hooligans sanchistas: Javier Ruiz, que es como un elefante en una cacharrería, tratando la información. Sabe ser agradecido y mal compañero. La frase contra Mariló Montero por comentar que TVE era 24 horas de izquierdas, era falsa pero peloteaba a Intxaurrondo: «Montero daba un 7% y Silvia llega al 20 %». Mariló presentó la mañana de TVE pero nunca coincidió en el horario que tiene la actual presentadora. Alcanzó el 7 % , en días concretos, pero también el 14 , 15 o 17 %; algo similar le ocurre a Intxaurrondo, llegó al 20% varios días de los incendios forestales, pero sus datos son inferiores habitualmente.

Y tras coger aire tóxico en el Telediario 1, ya está en la programación Directo al grano, cuyo mérito el primer día fue entrevistar al ministro Óscar Puente y, además, de darle vaselina, sólo le hicieron dos preguntas sobre el caos ferroviario. A Gonzalo Miró le valoran en Moncloa mucho más que a Jesús Cintora, que va dando tumbos por La 1 y La 2 de TVE , apareciendo y desapareciendo como el Guadiana.

Siguiendo las manecillas de la maquinaria aparece Pepa Bueno presentando el Telediario 2. Es más sutil y muestra más habilidad que el resto de presentadores, pero la escaleta muestra una afinidad al poder socialista. Es lo que hay. Debutó con una entrevista a Pedro Sánchez que no fue el programa más visto y ha logrado aumentar unas décimas la audiencia… y eso a la dirección, le vale.

Aún queda espacio para intercalar programas defensores de la causa socialista: Late Xou, presentado por Marc Giró, con su show que ofrece un guion muy subliminal, lanzando los mensajes que, desde luego, no incluyen ni una idea de derechas. El premio: pasar a La 1 y dejar La 2 de TVE.

El incombustible Andreu Buenafuente ha sido el último en rellenar el espacio que quedaba libre. Futuro Imperfecto, un monólogo casposo que no tiene más objetivo, cada semana, que ensalzar las maravillas socialistas y, sobre todo, atacar a la monarquía con desprecio.

En su primer programa de temporada ya se destapó: «A mí no me gusta un país donde se normaliza y se celebra llamar hijo de puta a tu presidente». Es lógico, pero ¿por qué no pide el mismo respeto para el Rey Juan Carlos I, al que disfrazó con Inteligencia Artificial, como si fuese el futbolista Sergio Ramos, cantando su canción y mofándose de él? Las imágenes se cruzaban con otras en las que aparece el Rey Felipe o la Reina Sofía. La canción de Ramos se llama Cibeles y el cómico la cambió por Zarzuela. Así pierde los papeles Buenafuente o los «gana» para mantener el programa.

El consejo de Administración de RTVE ya le ha puesto cruz a Eurovisión para «castigar» a Israel. Van a por el Mundial y que a nadie le extrañe que desde la una de la madrugada hasta que comience a dar doctrina Intxaurrondo, se repitan los programas «políticos» del resto de la jornada. Serán las 24 horas más políticamente espectaculares de una televisión pública europea.

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