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Harrison Ford, en una imagen de archivoGTRES

Cine

La película que empujó a Harrison Ford a ser actor: «La vi y me cambió la vida»

La estrella de Hollywood encontró su vocación cuando vio en la pantalla a uno de los grandes héroes de la historia del cine

«Nunca pensé en ser actor hasta que tenía 13 o 14 años, cuando vi Matar a un ruiseñor. Allí había una historia humana maravillosamente lograda, con un elemento de justicia social como uno de sus temas. Y eso tuvo una influencia muy poderosa en mí. La vi y me cambió la vida», reconoció en una ocasión Harrison Ford. En realidad, el actor no tenía 13 o 14 años porque nació en 1942 y la película Matar a un ruiseñor es de 1962, así que por entonces tendría 19 o 20 años.

Harrison Ford debutaría como actor cuatro años después del despertar de su vocación al ver esa obra maestra que es Matar a un ruiseñor. Su primer y breve papel, que no le llevó ni siquiera a figurar en los títulos de crédito, fue en el filme Ladrón y amante (1966), con James Coburn como protagonista. Al año siguiente apareció, igualmente sin acreditar, en la cinta Luv… quiere decir amor, con Jack Lemmon y Peter Falk, y en La cabalgada de los malditos, con Glenn Ford e Inger Stevens, donde figuraba acreditado como Harrison J. Ford. También en 1967 intervino en dos episodios de la serie El Virginiano y en uno de Ironside.

Esos fueron los inicios de Harrison Ford en el cine y la televisión antes de convertirse en una de las grandes estrellas de Hollywood y dar vida a personajes icónicos como Han Solo en Star Wars (La guerra de las galaxias) o Indiana Jones. Los dos comparten algo muy importante con Atticus Finch, el personaje de Gregory Peck en Matar a un ruiseñor: su condición de héroes. Los tres figuran de hecho en la lista de los 50 mejores héroes de la historia del cine que elaboró el American Film Institute (AFI) en 2003. Y en posiciones privilegiadas.

Atticus Finch, el personaje por el que Gregory Peck ganó el Oscar al mejor actor, ocupó el primer puesto del ránking; Indiana Jones, el segundo; y Han Solo, el 14º. Por suerte para él y para los aficionados al cine, Harrison Ford vio Matar a un ruiseñor y descubrió que quería ser actor cuando aún no podía ni imaginar que, como su protagonista, también llegaría a convertirse en héroe.