La RAE condena el intento de Daniel Ortega de clausurar la Academia de la Lengua de Nicaragua
Hispanoamérica
La dictadura de Daniel Ortega cierra la Academia Nicaragüense de la Lengua
La RAE y las academias de la Lengua de Argentina y Bolivia han condenado el cierre de una de las instituciones más antigua del país
El Parlamento de Nicaragua, controlado por los sandinistas, canceló este martes la personalidad jurídica a la Academia Nicaragüense de la Lengua, por orden del presidente y dictador Daniel Ortega.
La disolución de la Academia Nicaragüense de la Lengua, creada el 8 de agosto de 1928, fue aprobada con carácter urgente por los 75 diputados sandinistas y sus aliados. Los otros 16 legisladores, de los 91 que integran el Parlamento, se abstuvieron.
Entre los académicos nicaragüenses miembros de la Academia se encuentran el exvicepresidente y escritor Sergio Ramírez, exiliado en España desde el pasado año, y la poetisa y escritora Gioconda Belli, también exiliada.
Pronunciamiento de la RAE
Más temprano, al conocerse la intención del cierre, la Real Academia Española (RAE) compartió en su página web su «profunda preocupación por el posible cierre de la Academia Nicaragüense de la Lengua propuesto a la Asamblea Nacional de Nicaragua» por deseo expreso del dictador Daniel Ortega"
La RAE adelantaba que «este hecho significaría su segura desaparición de la vida cultural del país, ya que no podría gestionar cuentas bancarias ni pagar nóminas».
Trabajo por la concordia
La Academia Nicaragüense ha sido una institución fundamental para el cuidado de la lengua en Nicaragua; tierra que ha alumbrado a escritores como Rubén Darío, Alfonso Cortés, Ernesto Mejía, José Coronel Urtecho, Lisandro Chávez, Ernesto Cardenal, entre otros, y supone un espacio de libertad dentro de un país que lleva meses haciendo desaparecer realidades culturales y organizaciones que suplen el vacío del Estado.
La Academia ha desarrollado desde su fundación en 1928 una labor incansable al servicio del idioma español, cumpliendo una función imprescindible dentro de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), promoviendo el diálogo y la concordia.
Libertad de pensamiento
Por todas estas razones la RAE defiende las «libertades de pensamiento, expresión y asociación como los primeros valores de cualquier sistema de convivencia», y, «reivindica enérgicamente el legítimo derecho de la Academia Nicaragüense de la Lengua a servir a sus conciudadanos y a hacer posible la participación de Nicaragua, en términos de igualdad, en la preservación del bien cultural superior tanto de la propia nación como de la comunidad de naciones y pueblos que comparten la misma lengua, hoy patrimonio común de casi seiscientos millones de personas en todo el mundo».
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