Guerra y Paz, de Leon Tolstoi
Dicen que Tolstoi se cayó del caballo y se rompió un brazo y, debido al aburrimiento, decidió contar una historia de medio siglo. Distintas familias nobles. Moscú y San Petersburgo, la ciudad y el campo. Napoleón y Kutúzov. Batallas, guerras, traiciones, enamoramientos, cotilleos. Niños, adolescentes y adultos. La creación es impresionante y hasta gozosa, pero, a partir de las 200 páginas (tiene más de 1000), uno se empieza a aturullar y ya no recuerda lo que en un momento dado se cuenta qué le pasó o qué pensaba hace ciento cincuenta hojas Andrei Bolkonsky. Pero, al contrario que Ulises, hay un reto por el que luchar, algo que no pueden decir todos los libros con obstáculos, como trampas vitales que los autores colocan en sus líneas para complicarnos (y complicarse) la existencia.