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19 de mayo de 2024

El escritor Juan Muñoz, en la entrevista con el periodista Pablo Martín para el podcast 'El micro de la taberna'

El escritor Juan Muñoz, en la entrevista con el periodista Pablo Martín para el podcast El micro de la tabernaMaría Serrano

La 'última' entrevista del escritor Juan Muñoz: «Antes los lectores eran más cultos porque eran muy religiosos»

El autor de clásicos infantiles como Fray Perico y su borrico concedió una de sus últimas entrevistas en diciembre: en El micro de la taberna repasaba los orígenes de su escritura, la alegría de sus historias festivas y lo que es para él la felicidad

Apenas se le oye un hilo de voz. Pero su sonrisa es tierna, entrañable, cordial; íntima y abierta. Como su escritura. Juan Muñoz, autor de escritos inmortales como Fray Perico y su borrico o El pirata garrapata, falleció ayer a los 93 años de edad. Y es posible que la que le hizo el periodista Pablo Martín en el podcast El micro de la taberna –un proyecto que comparte con la también periodista Almudena Moral y que cuenta con Carlos Velasco en el aspecto técnico– fuera la última que concediera el escritor y amigo de los niños.
La entrevista tuvo lugar en diciembre de 2022 en la casa madrileña de Juan Muñoz, que decía sentirse encantado de estar rodeado de libros: «Estos libros me encantan porque son todos míos», afirma antes de reírse de su propia ocurrencia. Sobre la mesa se encuentran sus «hijos», en español y en versiones traducidas, ya que, como señala Pablo Martín, su literatura ha traspasado fronteras.
También sobre la mesa se encuentran sus famosos garfios de juguete, esos que empleó en la pandemia para llevar su calidez a los hogares de miles de niños, cuando se lo ponía para leer fragmentos de su celebrado pirata. El pasado mayo publicaba una foto con cada uno de los lectores que se acercaban a su stand de la Feria del Libro, y a cada uno dedicaba una frase: futuros lectores aún por nacer, pequeños entusiastas de sus aventuras, maduros que crecieron con sus cuentos. Todos dignos de la mirada atenta del escritor, que no dejaba nada fuera: «¡Mis lectores son las mejores personas del mundo! Os quiero con todo mi corazón», escribía expresando su alegría cuando cumplió 93 años, el 13 de mayo de 2020. «Recordad que yo existo y que traigo la felicidad a todos los que deseen ser los mejores del mundo».
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«Hace 56 años publicó usted su primer libro, un folletín, un libro pequeñito: Las tres piedras», continúa el entrevistador, enseñándole un ejemplar. Él sonríe. «Tres piedras quiere decir tres libros diferentes, o sea, tres enfoques diferentes para una serie de lectores que están hambrientos de reírse, de bromear y de saber», invita el escritor, animando a los «fray pericos» a acercarse a su lectura. Aunque fue el primero que le publicaron, Muñoz recuerda que ya escribía «cuentos sueltos», algunos de los cuales publicó en el Diario Ya.
¿Cómo empezó Juan Muñoz en la escritura? «Empecé a escribir porque estuve en el Seminario de Madrid, que era una cosa muy seria, con 200 o 300 alumnos ávidos de estar en la religión. Eran temas importantes, serios y graves». Sin embargo, no le asustaba el cambio que observaba en los lectores: «Es obligación: según transcurre el tiempo, también transcurren las formas que se utilizan en cada momento», aunque sí reconoce que «antes los lectores eran más cultos porque eran muy religiosos, en el sentido que siendo religioso ya tenías una cultura, al menos en cuanto a la vida contemplativa y del día a día».

El inesperado público infantil

Juan Muñoz no pensó nunca en dedicarse exclusivamente al público infantil. «No escribía sólo para niños o adolescentes jóvenes, sino para lo que hiciera falta», aunque su idilio con los cuentos provino de su necesidad de volcar las historias que tenía en la cabeza sobre el papel. «Eran historias muy festivas, muy alegres. En el seminario estabas metido todos los días y tenías muchas obligaciones», trata de explicar, hablando del contraste entre la seriedad de su formación y el submundo imaginario que habitaba su mente creativa.
No pudo elegir qué leer: en su época uno accedía a lo poco que llegaba a sus manos. «Leía lo que me ofrecían, y había muchísimo». Fue cuando leyó Las florecillas de San Francisco cuando se le ocurrió narrar la vida de su famoso fraile Perico: «Entonces había un fervor religioso tremendo».
Cuando Pablo Martín le inquiere sobre si todavía sigue escribiendo, se ríe: «¡Hace un momento estaba escribiendo! Estoy escribiendo todo el día». «¿Hasta cuándo tiene pensado escribir, no se va a jubilar nunca?», continúa el periodista. «¡Hasta que me dejen!», contesta risueño de nuevo. Y en un giro que viene a cuenta especialmente hoy, el entrevistador le dice «Entonces le van a dejar siempre», y Muñoz contesta: «Entonces no me muero nunca».

De colegio en colegio

A sus 93 años, Juan Muñoz no sólo continuaba escribiendo, sino también recorriendo colegios e institutos, llevando el placer y el amor de y por la lectura allá donde la salud se lo permitiera. En los centros escolares, como cuenta en la entrevista, los más pequeños no sólo disfrutaban de su compañía, sino que le devolvían parte de su pasión: le escribían poesías y se las recitaban. «Es una experiencia bonita. Cuando estás utilizando determinado tema y en determinada forma, es un honor ser uno de los primeros, y más cuando hay tanta gente dedicada hoy en día a la literatura».
«Si quieres escribir, y escribir bien, escribe. Lo primero que tienes que hacer es saber lo que vas a hacer. Y lee», recomendaba entonces a los que se están iniciando en la escritura. Para Juan Muñoz era imprescindible conocer a los niños, saber lo que es agradable para ellos: «Que sean narraciones contundentes, que estén muy bien escritas, que hagan reír...».
El escritor Juan Muñoz y el periodista Pablo Martín se saludan enganchando sus "garfios" en la entrevista de 'El micro de la taberna'

El escritor Juan Muñoz y el periodista Pablo Martín se saludan enganchando sus «garfios»

¿Qué mensaje le deja Juan Muñoz a los jóvenes, que están «cansados y preocupados»? «La propia política procura presentarse ella misma. Pero cada uno, por sí, debe hacerse el fabricante de sus propias historias». Lo decía el creador del pirata Garrapata en un sentido metafórico, pero también literal, animando a todos a escribir sus propios relatos, «¡aunque es muy difícil!». «Todas las lecturas que se pueden pensar son difíciles de imaginar al principio, pero la costumbre hace el hábito».
La última pregunta, habitual en El micro de la taberna, es que si todos estamos buscando siempre ser más felices, ¿en qué consiste la felicidad? Juan Muñoz se lo piensa poco: «Ser feliz es... Todas las encomiendas que te hagas a ti mismo, hay que verlas, hay que exprimirlas, hay que buscar si sirves para hacer mover a los demás con lo que tú estás pensando».
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