Los políticos ya se han puesto de acuerdo (PSOE y PP) para eliminar la palabra «disminuido» de la Constitución. A rebufo es la Real Academia quien ha anunciado que va a evaluar con urgencia la posibilidad de corregirla en el diccionario, «a la vista del cambio de usos», pese a que los hablantes no hayan manifestado nada al respecto. La política se impone a los ciudadanos una vez más.
No hay significado peyorativo en la definición del glosario de la lengua española: «Que ha perdido fuerzas o aptitudes, o las posee en grado menor a lo normal». Añade como sinónimos «reducido», «encogido», «discapacitado» y «minusválido».
No hay motivos académicos ni hablante para la revisión que sin embargo se va a dar después de que la cuestión se zanjara tras la anterior propuesta de eliminación de José Luis Rodríguez Zapatero.
Zapatero prefería «discapacitado», pero varios académicos se opusieron aludiendo a que «discapacitado» era más negativo que «disminuido», aludiendo también al absurdo de sustituir una palabra por un sinónimo.
«Persona con discapacidad» es el término acordado por los partidos que a partir de ahora figurará en la Constitución luego de la reforma del artículo 49. Está por ver si la RAE se pliega esta vez a los caprichos políticos o continúa por la senda de la propiedad académica.
Comentarios