
Fragmento de la tabla 'Santa María Magdalena', de Rafael
Subastan este viernes en Nueva York un cuadro de Rafael con una huella dactilar del pintor
La tabla de Rafael podría superar los tres millones de dólares en subasta
Con un precio de salida estimado entre 2 y 3 millones de dólares, la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York subastará este viernes una obra única: un cuadro de Rafael con una huella dactilar del pintor italiano impresa en el reverso.
El cuadro es Santa María Magdalena, probablemente pintado en torno a 1503. El «artista supremo del alto renacimiento italiano», como lo define la casa de subastas, tenía tan solo 20 años cuando pintó esta obra maestra.
Ejecutada con elegancia y maestría, la pintura representa a María Magdalena penitente pintada sobre una tabla que perteneció al tríptico de un retablo portátil.
María Magdalena aparece representada en actitud serena y contemplativa sobre un fondo decorado con formas geométricas de inspiración arabizante. La originalidad de Rafael llega incluso a representar a María Magdalena con un vestido hecho a partir de su propio pelo sin cortar, un símbolo para resaltar la penitencia y el rechazo a la mundanidad.
Sin embargo, es en el reverso del cuadro donde encontramos los principales secretos de esta tabla.
Lo primero que destaca es un redondel donde figura una oración mariana: «Que la Virgen María nos bendiga con su santa descendencia».
Pero lo segundo, y más llamativo, es la presencia de una huella dactilar del mismo Rafael impresa, lo que, además de la importancia de contar con una huella dactilar del pintor, desvela información importante sobre su técnica pictórica, y es que Rafael solía usar sus dedos y manos para secar la superficie húmeda de la pintura.
La obra tiene su origen en la colección del historiador del arte Raimond van Marle de Perugia. El conde Alessandro Contini Bonacossi adquirió la tabla y la incorpora en 1955 a su colección en Florencia.
El marchante estadounidense Spencer A. Samuels compra la tabla a sus herederos y la traslada a Nueva York en 1973. En 1996 pasa a otra colección rpivada y, tras una venta en Christie’s en mayo de 2000, pasó a su actual propietario, quien la subasta ahora en Sotheby’s.