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24 de abril de 2024

Portada de «Seréis como dioses» de Gustave Thibon

Portada de «Seréis como dioses» de Gustave ThibonDidaskalos

'Seréis como dioses' de Gustave Thibon

Un ensayo en clave dramatúrgica sobre las consecuencias de alcanzar la inmortalidad

Asistimos a un periodo de intensa fe y confianza ciega en las promesas de la tecnociencia con respecto a la condición humana. La producción y el éxito de series como Westworld, Altered Carbon, más recientemente Devs o Historias del bucle –solo en los últimos cuatro años, siete temporadas sumando lo que hay disponible hasta el momento– es sintomático del protagonismo –utópico o distópico– que va ganando la idea de trascender la raza humana en el imaginario colectivo.
Mucho antes de que esta actitud poshumanista se nos subiera a la cabeza, el ser humano ya reflexionaba sobre su ineludible condición mortal. Los más voluntaristas trabajaban en su habilidad y capacidad para superarla. Otros, como Gustave Thibon, se cuestionaban si no sería algo pretencioso, quizá absurdo, intentar alterar la naturaleza humana.
Tanto como que, hace seis décadas –podría haber sido ayer mismo y el contenido del libro no necesitaría modificación alguna–, el filósofo francés publica Seréis como dioses (1959), un ensayo en clave dramatúrgica sobre las consecuencias de alcanzar la inmortalidad. Nos llega ahora al español gracias a la labor de la editorial Didaskalos, con lúcido prólogo de Juan Manuel de Prada.
Portada de «Seréis como dioses» de Gustave Thibon

didaskalos / 143 págs.

Seréis como dioses

Gustave Thibon

La publicación y lectura de esta obra no puede ser más pertinente. En plena expansión del poshumanismo y el transhumanismo, su obsesión por mejorar las capacidades físicas y cognitivas de la especie humana, y ante el deseo popular de eliminar aspectos molestos como el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, la propuesta de Thibon nos enfrenta a una perspectiva muy diferente: la muerte puede ser un castigo, emocional y transitorio, pero ¿no es también una promesa de infinitud?, ¿somos capaces de rechazar lo infinito y conformarnos con lo ilimitado?
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