Fundado en 1910

Detalle de cubierta de 'Hoy honramos a los vivos'SM

´Hoy honramos a los vivos´: un libro dedicado a los jóvenes que deben tomar sus propias decisiones

Relato de gran actualidad, con la guerra de Ucrania de fondo, que invita a la esperanza, a afrontar la vida por encima de la pérdida, y a valorar la amistad y la autocrítica para alcanzar la madurez

Hoy honramos a los vivos, de la burgalesa Marina Aguirre, es la obra galardonada con el último Premio Gran Angular al mejor libro de literatura juvenil. Durante la entrega de premios, se destacó de él su capacidad para inspirar y empoderar a los más jóvenes en la búsqueda de su propio camino y de un lugar en el mundo

SM (2025). 128 páginas

Hoy honramos a los vivos

Marina Aguirre

La editorial SM lleva ya 47 años fomentando la lectura con un gran compromiso por la literatura de calidad, y aquí lo vemos reflejado en esta narración escrita en primera persona a través de un angustioso a la vez que irónico y desbordante discurrir de conciencia de Lesya, cuyo cerebro va siempre por delante de sus palabras.

La joven protagonista, que trata de llevar una vida normal en una ciudad asediada por los bombardeos aéreos, decide no esperar a las noticias oficiales e inaugura una cuenta anónima en Instagram donde publica posts con los obituarios de cada día, causando gran revuelo en las redes. La gente contacta con ella y le cuenta las historias de sus muertos, con la esperanza de que ella les dé voz y las publique. Lesya comienza a escribir las necrológicas de estos fallecidos, porque a estas personas, jóvenes en muchísimos casos, les han quitado la oportunidad de crecer para demostrar quiénes son en realidad.

Lesya, que fue atleta antes de que la guerra irrumpiera y destruyera todo, posee un sentido del humor excepcional, especialmente considerando el constante riesgo de una bomba en cualquier momento. Su rapidez mental se ve acentuada por esta situación, y debido a su obsesión con la muerte y la necesidad de dejar un legado, su mente redacta obituarios de personas vivas mientras mantiene conversaciones con ellas.

Pero esta no es su única obsesión. La joven está tan enganchada al móvil y, en concreto, a las redes sociales, que cada capítulo empieza señalándonos el tiempo de conexión diario. La intriga de la novela comienza cuando, al revisar sus historias, encuentra un mensaje que la deja estupefacta: «Piotr no era como lo comentas en tu necrológica. Y no murió así. Lo sé porque yo lo maté». A partir de ahí, se va a entablar una bonita pero complicada relación de amistad entre ella y el autor del mensaje, Ivla, un joven estudiante de Medicina, muy afectado por unos toc compulsivos y que necesita ayudar a los demás con el fin de purgar sus recuerdos; todo ello en medio de las bombas que asedian la ciudad y los múltiples muertos que van apareciendo a diario entre los escombros.

En el fondo, lo que percibimos claramente es la terrible inseguridad de una muchacha sola, con mucho miedo a tomar sus propias decisiones por el pánico que le provoca enfrentarse a algo nuevo, equivocarse, arriesgarse a empezar de cero. Ella tiene un buen propósito al querer honrar a los muertos, pero, en realidad, se olvida de los vivos, se olvida de ella misma, se olvida de vivir.

En definitiva, se trata de un libro juvenil, de gran actualidad, con una temática y un vocabulario muy cercano al lector al que va dirigido; un público adolescente absorbido por las redes, la hiperconexión, la falta de control y de introspección. Para estos jóvenes, los teléfonos móviles representan una vía de escape, y esta dependencia oculta con frecuencia un profundo temor a enfrentar la realidad y a dar un paso hacia el futuro.

En palabras de Aguirre, su propósito al escribir esta novela fue el de «inspirar a los adolescentes que sienten temor antes sus primeras decisiones a confiar en sí mismos y a pensar […] que merece la pena pelear por los sueños». De manera secundaria, la autora también aborda el tema del acoso, pero no en el momento en que tiene lugar, sino en cómo lo experimentan las víctimas una vez que han superado esa situación. Asimismo, introduce la cuestión de la salud mental, un tema cada vez más presente, desafortunadamente, en el ámbito de la adolescencia. Podemos terminar señalando que la novela es atractiva y divertida, transmisora de valores humanos, como el de la amistad, el apoyo incondicional de la familia y el servicio a los demás. Su final es esperanzador pues, cuando uno toma las riendas de su vida buscando un necesario equilibrio, a pesar de las circunstancias, entonces encuentra la paz.