Un barco ruso de la Flota del Pacífico dispara un misil de crucero Moskit en el Mar de Japón
‘Rusia contra el mundo’, una panorámica del lado más oscuro del régimen de Putin
Marc Marginedas, avezado reportero de guerra y antiguo corresponsal en Moscú, denuncia en este libro los desmanes del aparato estatal forjado por Putin
El nombre de Marc Marginedas saltó a la primera plana de los noticieros en septiembre de 2013, cuando este avezado reportero de guerra y otros dos compañeros fueron secuestrados en Siria por el autodenominado Estado Islámico.
Península (2025). 288 páginas
Rusia contra el mundo
Durante su cautiverio, que duró seis meses, a Marginedas le llamó la atención el sorprendente número de yihadistas llegados desde Rusia y el resto de repúblicas exsoviéticas. A raíz de las conversaciones que pudo mantener con algunos de ellos, el reportero español confirmó una sospecha que llevaba tiempo barruntando: esos yihadistas, lejos de querer derrotar al régimen de Bashar al-Assad, servían a los intereses del dictador, y con ello a los de su principal aliado internacional, que no era otro que Vladimir Putin. ¿Sería posible que el régimen ruso estuviera involucrado, de alguna manera, en el apoyo al Estado Islámico, con la intención de debilitar a la oposición siria y, con ello, permitir la victoria final de al-Assad en la guerra civil siria?
Decidido a encontrar respuesta a esta y otras preguntas sobre las acciones del régimen de Putin, un año después de ser liberado, Marginedas recuperó la corresponsalía en Moscú, un puesto que había ocupado ya años antes entre 1998 y 2002, precisamente la época en la que Putin pasó de ser un político prácticamente desconocido a convertirse en el auténtico amo y señor de Rusia.
Tras años de investigación, Marginedas ha plasmado sus conclusiones sobre el régimen de Putin en Rusia contra el mundo, un libro recién publicado que describe con todo lujo de detalles las prácticas más oscuras llevadas a cabo en estos veinticinco años por parte del aparato estatal levantado por Putin. La tesis de la obra está resumida en su contundente subtítulo: «más de dos décadas de terrorismo de Estado, secuestros, mafia y propaganda».
El libro comienza analizando los atentados terroristas que conmocionaron a Rusia en septiembre de 1999, y que acabaron con la vida de cerca de trescientas personas. Putin, recién nombrado primer ministro, se apresuró a culpar a extremistas chechenos de los ataques, lo cual le permitió iniciar una sangrienta guerra contra esta exrepública soviética que amenazaba con separarse de Rusia, y la contundente victoria gubernamental acabaría aupando al propio Putin a la presidencia del país. Este hecho, sumado al cúmulo de contradicciones y lagunas en la versión oficial, lleva a Marginedas a apuntar hacia una posible implicación de los servicios secretos rusos en los atentados, algo que ha sido puesto de manifiesto por muchos otros investigadores.
La obra continúa analizando las diferentes caras del entramado criminal que, según el autor, Putin ha ido organizando para perpetuarse en el poder y para llevar a cabo sus objetivos tanto dentro como fuera de Rusia. Desde las turbias relaciones con los líderes de la mafia hasta el despliegue de una extensa red de propagandistas prorrusos fuera de sus fronteras, pasando por el recurrente envenenamiento de opositores y otros individuos incómodos, todo ello es convenientemente analizado y denunciado por Marginedas, quien se sirve para ello del testimonio de investigadores y personas involucradas en estos asuntos, a los que ha tenido oportunidad de entrevistar durante todos estos años.
Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta su propia experiencia personal, la parte más reveladora del libro es la que analiza la implicación de Rusia en los acontecimientos de Oriente Medio, tanto en el contexto de la guerra de Siria como incluso en el conflicto palestino-israelí. En ese sentido, es especialmente interesante la revelación que hace Marginedas acerca de los encuentros sostenidos por el régimen de Moscú con diversos líderes de Hamás poco antes de los atentados del 7 de octubre, lo que abre un panorama tan inquietante como relevador sobre el papel que ha jugado y juega Rusia en esta guerra.
Se trata, en definitiva, de una obra valiente, bien documentada y honesta, ya que, a pesar de su evidente animadversión del autor hacia el régimen de Putin, el autor no abandona en ningún momento la intención de ser riguroso en su análisis. Un libro, en definitiva, muy recomendable para adentrarse en la Rusia actual y comprender mejor la naturaleza de unos de los actores políticos más relevantes del panorama mundial.