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Bob Dylan durante un concierto en 1980

Cuando el judío Bob Dylan se convirtió al cristianismo después de que un crucifijo cayera sobre el escenario

Se acaba de publicar el libro Bob Dylan: Mixing Up the Medicine, donde se cuenta el cambio espiritual del artista tras el hecho ocurrido en 1978 en San Diego

En 1978 Bob Dylan se encontraba inmerso en una gira mundial que era más bien un remolino (con un matrimonio acabado el año anterior) del que parecía imposible salir. «Mixing Up the Medicine» es una frase del tema Subterranean Homesick Blues que Mark Davidson y Parker Fishel han rescatado para el título de una obra que narra el momento en que aquel remolino se abrió gracias a que un crucifijo cayó al escenario de San Diego desde el público como si hubiera caído desde el mismísimo cielo.
El judío Bob Dylan lo cogió y se lo guardó en el bolsillo. Algunos días después, en Arizona, afirmó sentir una presencia de la que dijo que «solo podía ser Jesús»: «Jesús puso su mano sobre mí. Fue algo físico. Lo sentí. Lo sentí sobre mí. Sentí todo mi cuerpo temblar. La gloria del Señor me derribó y me levantó».

Bob Dylan durante un concierto en 1980

Su conversión fue contundente, aunque su intensidad creativa fue difuminándose con el tiempo, pero no en el tiempo que duró la epifanía, tres álbumes (Slow Train Coming de 1979, Saved de 1980 y Shot of Love de 1981) que fueron el resultado artístico de su feliz encuentro personal que no fue tan feliz para sus admiradores más puros. Cuentan en Mixing Up the Medicine como Fred Tackett, guitarrista de la banda, llegó a ver un cartel al pie del escenario que decía con salvífica sinceridad: «Jesús ama tus viejas canciones».
Y además de la sinceridad de los fans, Dylan encontró la crítica sinceridad de los medios y de sus colegas. Keith Richards, de los Rolling Stones, dijo que se había convertido en un «profeta de las ganancias» y los periódicos destrozaron su discos cristianos con frases como «Dylan ha escrito algunas de las canciones más banales y sin inspiración de su carrera para Jesús», con titulares demoledores como: El terrible Evangelio de Bob Dylan.

Lector de 'La Biblia'

Activistas ateos se manifestaron en las puertas donde daba sus conciertos, pero no todo fueron detractores. Una nueva audiencia cristiana se incorporó a las filas de fans del cantante de Minnesota. Los mismos autores del libro son admiradores de este período en la carrera de Dylan, cuyas canciones afirman que son de las más duraderas, pues aún continúan en su repertorio, al contrario que los temas de juventud que le hicieron famoso.
Dylan se convirtió en un ferviente lector de la Biblia para el resto de su vida: «Creo en el Libro del Apocalipsis. Los líderes de este mundo eventualmente jugarán a ser Dios si aún no lo están haciendo, y eventualmente, vendrá un hombre que todos pensarán que es Dios. Él hará cosas y ellos dirán: 'Bueno, sólo Dios puede hacer esas cosas. Debe ser él'», aseguró. Soy una persona religiosa, leo mucho las escrituras, medito y rezo, enciendo velas en la iglesia.
Creo en la condenación y la salvación, así como en la predestinación. Los Cinco Libros de Moisés, las Cartas de San Pablo, la Invocación de los Santos, todo», ha llegado a decir, por si existía alguna duda del efecto que produjo en el interior del cantante que iluminó el mundo con sus letras, ya antes de su conversión, la caída de un crucifijo sobre el escenario.