Italia se despidió este pasado domingo del certificado sanitario del coronavirus, que deja de ser obligatorio en la gran mayoría de lugares donde se exigía, como cines o gimnasios, y además empieza a quitarse la mascarilla, pues se mantendrá en medios de transporte y espectáculos en recintos cerrados.
El tan criticado pase sanitario, que demuestra la vacunación contra la COVID-19, la curación o negatividad de su portador, no desaparece del todo pues hasta final de año será obligatorio para trabajar o acceder a hospitales y hasta el 31 de mayo para entrar en Italia.
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