
La selección española de pelota se llevó la medalla de oro en la Liga de Naciones celebrada en Guernica
El País Vasco sufre un revés histórico en pelota y acaba pitando el himno español en la entrega de medallas
Lo que iba a ser una reivindicación separatista acabó en pesadilla para la selección autonómica, que se vio superada por la pareja formada por las también vascas Erika Mugartegui y Arai Lejardi
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Se las prometía muy felices el separatismo con la selección del País Vasco de pelota cuando aceptaron jugar un partido de Liga de Naciones contra el equipo español. Estaban convencidos de que iban a ganar con facilidad, ridiculizar a España, pero a la hora de la verdad no pudieron.
La selección vasca, en un partido que pasará a la historia por ser el primero en el que se permitió a una comunidad autónoma formar su propio equipo, acabó perdiendo ante la pareja española formada por las vascas Erika Mugartegui y Arai Lejardi y, para colmo, tuvo que acabar escuchando los acordes del himno nacional.
Lo que en un principio se planeó como una reivindicación separatistas (facilitada por las cesiones del Gobierno al PNV) acabó en pesadilla para la selección vasca y parte del público presente en el frontón Jai Alai de Guernica, que acabó pitando el himno español.
Las españolas, actuales campeonas del mundo sub-22, dominaron claramente el primer set, en el que abrieron con un 6-0 y se beneficiaron de los errores de sus rivales. El segundo fue más ajustado; País Vasco llegó a ponerse por delante (3-4), pero Mugartegui y Lejardi impusieron su experiencia y cerraron el triunfo a partir del 7-6.
Así las cosas, la selección española fue la gran triunfadora del evento. Mugartegui y Lejardi dejaron sin victoria a la pareja formada por Elaia Gojenola y Maia Goikoetxea y arruinaron la fiesta que tenían pensado celebrar los miembros del PNV y Bildu presentes en Guernica.
Cabe recordar que toda esta polémica surgió en diciembre del año pasado, mes en el que la Federación Internacional de Pelota admitió al País Vasco como selección independiente. Esta decisión, como es lógico, generó malestar en el entorno de la Federación Española, que decidió recurrir la admisión ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que aún no ha emitido su veredicto definitivo.