La peligrosa vía que ha abierto el Gobierno tras permitir que España y País Vasco se enfrenten en pelota

El día que parecía que nunca iba a llegar ya está aquí. España y País Vasco se enfrentarán en categoría femenina en la I Liga de Naciones de cesta punta, lo que ha provocado un terremoto en el deporte español, pues es la Ley del Deporte aprobada en diciembre de 2022 la que ha permitido que esto suceda. El Gobierno le resta importancia porque «no es un torneo oficial» pero es un primer paso.

De ello presumió el lendakari vasco, Imanol Pradales, que estuvo presente en la inauguración del evento y aseguró que se trata de un símbolo de «la aspiración nacional de Euskadi» y que con este torneo «se le dice al mundo que Euskadi quiere crecer como país, y que en este rincón de Europa existe una nación con personas dispuestas a defenderla en ámbitos tan nobles y hermosos como el deporte». Por ello, hizo un llamamiento «a hacer posible este objetivo para todos y cada uno de los deportes».

La Federación Española de Pelota (FEPelota) confirmó que participará en dicho evento, en el que se tendrá que medir al País Vasco, aunque mantiene que no es una competición oficial conforme a la Ley del Deporte –que es la que permite que esto ocurra–. «La FEPelota reitera que la Liga de Naciones no es una competición oficial, conforme a la Ley del Deporte, y participa únicamente para proteger los derechos e intereses de los deportistas que desean representar a España», señaló en un comunicado.

No obstante, cabe señalar que este torneo, pese a no ser oficial, sirve de clasificación para el Mundial absoluto de 2026. Por ello España ha decidido participar en esta competición y lo hace además con seis pelotaris vascos –tres hombres y tres mujeres– que han tenido que decidir si jugar con la selección española o la vasca.

El CSD se pone de perfil

Tal y como viene siendo habitual en este asunto, el Consejo Superior de Deportes (CSD) pese a que la organización de la Liga de Naciones de cesta punta ha utilizado su logo en uno de los frontones. En teoría, al no ser un torneo oficial no debían hacerlo, pero en el frontón Jai Alai de Gernika de 54 metros se puede ver el logo de este organismo español como si fuese un evento oficial.

Supuestamente, tal y como explica en su escrito FEPelota, el CSD les confirmó que «no había recibido ninguna solicitud de autorización para la celebración de este torneo», algo lógico teniendo en cuenta que la Federación Vasca de Pelota no está bajo el paraguas del organismo del deporte español. Esto ocurre desde 2002, cuando decidieron ir por libre sin reconocer la autoridad de la Federación Española.