Kay Bernstein, nuevo presidente del Hertha
De líder ultra a presidente del Hertha de Berlín
Kay Bernstein, hincha radical durante muchos años, ha sido elegido como máximo mandatario del club. Dice que ahora podrá ser «sanado desde el interior»
A Kay Bernstein se le vio en numerosas ocasiones en la grada del Olímpico de Berlín, el estadio en el que juega el Hertha, principal equipo de la capital de Alemania. Él no iba como cualquier aficionado, sino que se colocaba en la zona de los hinchas más radicales, al frente del grupo ultra Harlekins Berlin'98.
A partir de ahora Bernstein tendrá que cambiar los gritos por la corbata y la actividad ultra por los fichajes. Es el nuevo presidente de su equipo, el Hertha de Berlín, en un movimiento que ha llamado la atención a todo el fútbol alemán.
Y es que un líder ultra -que ya estaba retirado de esta peculiar afición deportiva- es el nuevo presidente de un equipo de Primera División. Y Kay Bernstein no era un hincha radical normal, sino que era líder de uno de estos grupos ultras e incluso fue sancionado en varias ocasiones. Llegó a tener prohibida la entrada al Olímpico de Berlín, uno de los santuarios del deporte europeo. Estuvo acusado de liderar a la grada para tirar objetos a jugadores rivales. Ahora no solo no tendrá el acceso cerrado, sino que será él quien lleve las riendas de un club que se acaba de salvar de forma agónica en la Bundesliga en una eliminatoria ante el Hamburgo salvada de milagro al final.
Propietario de una agencia de comunicación, Bernstein abandonó la actividad ultra hace un tiempo pero se convirtió en el más feroz opositor a la directiva del conjunto alemán. Fue cabeza visible de un movimiento popular que quería cambiar las cosas en el club y en cuanto ha habido la oportunidad así ha sido. En una asamblea general extraordinaria ha sido elegido Kay Bernstein, que con 41 años asume el reto de presidir uno de los clubes más reconocidos de Alemania que, eso sí, jamás ha ganado una liga.
El nuevo mandatario, que se impuso al candidato 'oficialista', recibió 1.670 votos de los 3.016 con derecho a voto y se presentó como la salvación al ser «un verdadero aficionado del Hertha». Ha prometido «unir» al equipo y para defenderse de su pasado dice estar en «terapia intensiva» y que ahora podrá ser «sanado desde el interior».
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