Pucela, 0 - Vinicius&Courtois, 2
Hemos vuelto como nos fuimos en la broma de las manos y el VAR. Que tienen orden de cambiar el criterio nos contaban. Una chufla
Ya. Que he visto el partido. Que los goles los metió Benzema. El segundo, tras un primor de un incontenible: Camavinga. El primero, el clave, un accidente. El gol y el autor. El Madrid fue Vinicius y Courtois. Ninguno marcó, pero ambos ganaron a un Valladolid que hizo todos los méritos para haberse llevado un punto.
Y continúo que estoy tardando: hemos vuelto como nos fuimos en la broma de las manos y el VAR. Que tienen orden de cambiar el criterio nos contaban. Una chufla. Han destruido el Reglamento, no tienen perdón. La acción que mueve el marcador es tremenda. Como lo fue la que le dio el empate al Girona en el Bernabéu. El fútbol ha prescindido de la voluntariedad. Es inconcebible. Han igualado la mano intencionada con acciones como las que comentamos.
No, no tienen perdón y con un agravante cómico: en la primera parte el árbitro no señaló una mano de Javi Sánchez por lo obvio, no se ha inventado dejar los brazos en el vestuario y recuperarlos después. Sigan, sigan. Claro. No hubo voluntad de delinquir. Tampoco la segunda vez: esa la pitaron. Esa acción sobre la línea de gol, pues bueno. Pero donde se produjo… No, queridos y queridas. Esto no es fútbol. Habrá más. ¡Qué horror!
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