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Marcos Llorente celebra el gol que le quitó la victoria al Real Madrid en el minuto 93

Marcos Llorente celebra el gol que le quitó la victoria al Real Madrid en el minuto 93AFP

El derbi madrileño en el que Marcos Llorente se vistió de Sergio Ramos y dejó helado al Bernabéu

El tercer derbi del 2024 acabó en tablas. A diferencia de los jugados en la Supercopa de Arabia y en la Copa del Rey, el del Bernabéu fue un partido algo descafeinado en el que el equipo de Ancelotti tuvo controlado el duelo en todo momento y cuando todo el Bernabéu ya contaba con la victoria ante su eterno rival apareció Marcos Llorente para aguarle la fiesta al equipo blanco y quitarle dos puntos en en el minuto 93. Sí, en el 93, ese traumático minuto que nunca se le olvidará -para mal- al Atlético de Madrid.

El partido empezó con polémica e incertidumbre para los intereses madridistas. Por un lado, fue el Atlético el que avivó la llama y se quejó por jugar el derbi madrileño con el techo del Bernabéu cubierto. Esto no es nuevo en la antesala de un partido del Real Madrid este año. Y, por el otro lado, el equipo de Ancelotti sufrió un infortunio. Vinicius notó molestias en el calentamiento y decidió que lo más sensato era no jugar ante el conjunto colchonero y no forzar ante lo que le viene al equipo madridista.

Diego Simeone da órdenes en el área técnica del Santiago Bernabéu

Diego Simeone da órdenes en el área técnica del Santiago BernabéuAFP

Superada la previa, llegó el momento del pitido inicial. Y el ambiente, como no podía ser de otra forma, fue espectacular, portentoso, grandioso y maravilloso. El propio de un derbi madrileño. Cánticos de «colchonero el que no bote» por parte de la hinchada vikinga, «madridista el que no bote» por el lado colchonero y, evidentemente, pitada de la afición madridista a Álvaro Morata cada vez que tocaba el balón. También hubo tiempo para escuchar el clásico «Illa, illa, illa, Juanito maravilla» que siempre suena en el minuto 7 de cada partido que se disputa en Chamartín.

Eso sucedió antes del 1-0 del Real Madrid. Porque con el gol de Brahim Díaz, en una jugada un tanto extraña que tuvo mil rebotes, el Bernabéu se vino abajo, coreó el nombre del malagueño a pleno pulmón y se escuchó por megafonía el típico «Gooooooll del Real Madrid. Marca con el 21.... Brahim». Marcar en un derbi siempre es especial.

Para evitar que su equipo se viniera abajo, Simeone se metió en el campo para animar a sus pupilos e hizo los típicos aspavientos cuando las cosas no le salen como él desea. La realidad es que el Atlético no estuvo tan fino en el primer tiempo como sí hizo en otros partidos. Se comprobó que su mente estaba puesta en la semifinal copera frente al Athletic Club del próximo miércoles en el Metropolitano.

Por su parte, a Ancelotti se le vio muy tranquilo, con todo bajo control, pero al mismo tiempo recibiendo órdenes de su hijo Davide, su fiel consejero en las jugadas tácticas, su gran especialidad. Y así se llegó al final del primer tiempo. El Madrid claro dominador del derbi y un Atlético de Madrid irreconocible.

Sánchez Martínez fue el árbitro del derbi madrileño en el Bernabéu

Sánchez Martínez fue el árbitro del derbi madrileño en el BernabéuEFE

El segundo acto empezó con polémica. El Atleti empató el duelo gracias a un cabezazo de Stefan Savic. Los aficionados rojiblancos presentes en el Bernabéu celebraron el tanto con júbilo, pero la alegría les duró poco. Sánchez Martínez -el colegiado del encuentro- consideró que era fuera de juego posicional de Saúl al molestar a Andriy Lunin en el saque de esquina. Lógicamente, el Bernabéu celebró el gol anulado. El aficionado madridista siempre se viene arriba cada vez que al Atlético le pasa algo que le perjudica.

El Bernabéu juega su partido

Y el Bernabéu empezó a apretar para presionar al colegiado. Los jugadores del Madrid pidieron penalti y la hinchada madridista entonó el cántico de «Corrupción en la Federación» para mostrar su disconformidad. La falta a Bellingham fue una de esas penas máximas que se pueden pitar perfectamente.

El Bernabéu se volcó con el Madrid y empezó a cantar el mítico «Adelante, vamos Real Madrid» para animar a los suyos. También hubo tiempo para pitar a los jugadores insignia del Atlético de Madrid. Morata se llevó una retumbante pitada por parte de los madridistas y el capitán Koke también.

Tremenda también fue la ovación que se llevó Brahim por parte del respetable madridista. El malagueño firmó un partidazo y cuando un jugador destaca... el Bernabéu lo sabe reconocer. Joselu Mato, el 'Van Nistelrooy' de Ancelotti, entró al campo y también se llevó el aplauso correspondiente del coliseo blanco.

El ambiente en el Santiago Bernabéu era festivo. La eliminación en octavos de Copa en el Metropolitano no le gustó ni lo más mínimo en la parroquia madridista. Había ganas de revancha. Y con el resultado favorable para los de Ancelotti, se escucharon los típicos olés en la grada.

El Fondo Sur no dejó de animar a su equipo y en las gradas del coliseo situado en la Avenida de Concha Espina también se oyó el característico «Cómo no te voy a querer si fuiste campeón de Europa una y otra vez». Los cánticos se sucedieron hasta el 93, minuto en el que Marcos Llorente dejó helado al público del Bernabéu.

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