Simeone tira de realismo y reconoce lo difícil que es competir contra Madrid y Barça: «dar el 100% no alcanza»
Simeone asegura que cuando ve partidos del Real Madrid o Barça entiende que su equipo debe dar el 110 o 120%
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el entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, realizó una reflexión profunda y realista sobre la situación competitiva de su equipo en el actual contexto de LaLiga. El técnico argentino reconoció abiertamente la enorme dificultad que supone competir de forma constante contra los dos grandes referentes del campeonato, el Real Madrid y el FC Barcelona, y dejó una reflexión que resume esa distancia: dar el 100% no es siempre suficiente.
La declaraciones de Simeone llegaron tras la victoria del Atlético frente al Girona (3-0), un partido que permitió a los rojiblancos cerrar el año con una sensación positiva. Sin embargo, lejos de dejarse llevar por el resultado, el entrenador optó por analizar el contexto general del equipo y el nivel de exigencia que impone la competición doméstica. En ese análisis, Simeone fue claro al afirmar que, observando los partidos del Real Madrid y el FC Barcelona, cada vez está más convencido de que el esfuerzo máximo habitual no basta para competir contra ellos en igualdad de condiciones.
El técnico explicó que existen «distintas situaciones» que marcan la diferencia y obligan al Atlético a ir más allá de su límite. En ese sentido, apuntó que para plantar cara a esos rivales es necesario rendir al 110 o incluso al 120%, una exigencia extraordinaria que resulta complicada de sostener durante toda una temporada. Simeone reconoció que ese sobreesfuerzo constante no siempre es posible, ni desde el punto de vista físico ni desde el mental.
Durante su comparecencia, el entrenador también repasó el recorrido del Atlético a lo largo del curso. Admitió que el inicio de temporada no fue sencillo, pero destacó que el equipo ha ido creciendo progresivamente con el paso de los meses, debido al trabajo diario y la capacidad de corregir errores. En relación al partido ante el Girona, Simeone valoró especialmente el impacto de los cambios realizados durante el encuentro. Al mismo tiempo, el técnico advirtió de que apostar por una presión más alta y por un fútbol más ofensivo implica asumir más riesgos defensivos que el equipo todavía debe aprender a manejar con mayor equilibrio.
El entrenador rojiblanco insistió en que la exigencia de competir contra los mejores obliga a un nivel de concentración y precisión muy alto. En su análisis dejó entrever que los pequeños detalles son determinantes cuando el rival es un equipo como el Real Madrid o el FC Barcelona, acostumbrados a castigar a cualquier concesión.
Pese a ese reconocimiento de dificultad, Simeone no trasmitió un mensaje de resignación. Al contrario, subrayó que el Atlético debe seguir creciendo, mejorando y exigiéndose al máximo, aunque sin perder de vista la realdad del campeonato. El técnico dejó claro que el camino pasa por seguir trabajando y compitiendo con ambición, aún sabiendo que la distancia con los grandes no se reduce únicamente con esfuerzo.
Con este discurso, Simeone volvió a mostrar su habitual mezcla de autoexigencia y pragmatismo. Un mensaje que refleja tanto la ambición del Atlético de Madrid como la complejidad de un campeonato en el que competir contra grandes equipos exige algo más que dar el 100%.