Cristiano Ronaldo celebra el gol que finalmente le quitó la FIFA porque no era suyo

Cristiano Ronaldo celebra el gol que finalmente le quitó la FIFA porque no era suyoAFP

Portugal se clasifica sin que el héroe sea Cristiano

La FIFA le quita al astro portugués el tanto con el que igualaba a Eusebio como máximo goleador luso en los Mundiales

Portugal ya está en octavos de final. Más eficiente que nunca, aprovechando al máximo las ocasiones de las que dispuso ante Uruguay y ayudada por una polémica jugada en el tramo final, la selección lusa ya piensa en los cruces y en evitar a Brasil. Ellos, de momento, han cumplido.
El Portugal-Uruguay era un partido de sentimientos cruzados. El españolito que se sentaba delante del televisor una noche de lunes con ganas de fútbol no sabía con quién ir. Los uruguayos son medio españoles –algunos incluso con pasaporte– porque juegan aquí y los portugueses están tan cerca que son como nuestros. Y tienen a Cristiano, que para media España es como uno más.
Una victoria le daba la clasificación a Portugal y no son muchas las selecciones que pueden decir eso al acabar la segunda jornada. El de Qatar está siendo un Mundial igualado y eso que decían que al ser en noviembre se iban a notar las diferencias de las grandes estrellas. Si ganaba Uruguay, todo se apretaba –como en casi todos los grupos– y habría una última jornada divertida.
Los dos se tenían respeto, quizás demasiado, y se notaba en el ritmo del partido. Portugal controlaba un poco más y se acercaba a la portería de Rochet, pero sin peligro alguno en la primera parte. Mucho disparo lejano poco acertado, mientras que Uruguay repartía toda la leña que no dio en su debut contra Corea del Sur. Hoy sí era Uruguay.
Cavani le quitó el sitio en el once a Luis Suárez, que no está ni para 90 minutos seguidos ni para dos partidos en una semana. El ataque lo notó. Había más frescura –y Cavani no tiene 20 años precisamente– y la ocasión más clara caía del lado uruguayo. Betancur estrelló un mano a mano en la tripa de Diogo Costa. Podía haber cambiado todo antes del descanso.
La segunda mitad fue diferente. El gol que no fue de Cristiano en el 54 rompió el partido y Uruguay se fue al ataque. Le tocaba contrarrestar ese centro desde la izquierda de Bruno Fernandes medido a la cabeza de Ronaldo que se acabó colando en la portería de Rochet. Cristiano la rozó (o no) y despistó lo suficiente al cancerbero. Lo celebró como si fuera suyo porque batía el récord de Eusebio, pero la FIFA después le quitó el gol.

Partido roto

Diego Alonso dio entrada a Luis Suárez y a Maxi Gómez en vez de Darwin Núñez y Cavani. Hacía falta aire fresco para los últimos minutos, con Portugal acongojado atrás y Uruguay volcado, consciente de que una derrota le ponía las cosas difíciles para la última jornada.
El gol se veía venir. Los lusos no conectaban tres pases y los uruguayos rondaban una y otra vez la portería de Joao. La tuvo primero Maxi Gómez con un disparo al palo y después Luis Suárez. Después Matías Viña y más tarde otra vez Luis Suárez. También lo intentó Valverde desde lejos. Veinte minutos espectaculares de Uruguay sin premio alguno.
De hecho, con castigo. Pasado el 90, el VAR vio una mano de esas que son mano pero que no deberían serlo nunca. Error mayúsculo, porque la norma habla de que si la mano está apoyada en el suelo o cerca de apoyarla cuando toca el balón no se debe sancionar. Pero el colegiado del VAR llamó al de campo cuando Giménez dio a la pelota. Y el de campo pitó penalti.
Bruno Fernandes volvió a marcar. 2-0 y Portugal ya piensa en los octavos de final. Falta confirmar la primera plaza, pero un empate con Corea del Sur bastaría, mientras que Uruguay tendrá que vencer a Ghana y esperar a que los lusos ganen para pasar la fase de grupos.
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