Iñaki Williams ha jugado su primer Mundial con Ghana y su participación fue muy pobre

Iñaki Williams ha jugado su primer Mundial con Ghana y su participación fue muy pobreAFP

De «sueño» a fiasco: el corto camino que ha recorrido Iñaki Williams con el cambio de selección

El jugador del Athletic, que eligió jugar con Ghana para disputar un Mundial, ha sido una de las grandes decepciones del torneo en Qatar

Sin ningún gol, tampoco asistencias y protagonizando uno de los fallos del Mundial. Así se resume la triste participación de Iñaki Williams en Qatar. El «sueño» de jugar con Ghana acabó en fiasco: cayó en la primera fase sin tener ninguna incidencia. Y no será por la confianza de su entrenador, que le dio prácticamente todos los minutos de los que jugó el combinado africano en el Mundial.
Si en este Mundial tenemos varios jugadores que salen con mucho más nombre y que han sorprendido positivamente –sin ir más lejos uno es Mohammed Kudus, compañero de Williams–, Iñaki sale como una de las grandes decepciones. El fichaje a Ghana no le cambió nada y apenas aportó.

Las «raíces» de jugar un Mundial

El jugador del Athletic Club era una de las grandes novedades del Mundial. Sabedor de que ya en la selección española no tenía hueco, en julio eligió defender los colores de Ghana, el país de sus padres. Lo anunció con un vídeo grabado en Bilbao en el que hablaba de que «ha llegado el momento de encontrarme con mis raíces y conmigo mismo». Ese momento era Qatar y el Mundial, el verdadero motivo por el que Iñaki 'cambiaba' de país.
Tal y como acordó con la Federación de este país africano, él renunciaba ya a España y la selección le convocaba para el Mundial, única posibilidad que tenía de jugarlo y cumplir así el sueño de todo futbolista. Esta selección es ya una clásica de este torneo (de los últimos cinco Mundiales estuvo en cuatro) y Williams se hizo ghanés una vez que ya tenían certificado el pase. Fue a golpe ganador.
Otto Addo, seleccionador de Ghana, le dio bastante relevancia en su equipo y le puso de titular en los tres partidos de la fase de grupos. El resultado fue una triste cosecha de un buen jugador, rápido como pocos, pero al que el Mundial le vino muy grande. Iñaki Williams ni se ha caracterizado en Qatar por sus habituales carreras con las que superar defensas.
Sin goles y sin gran relevancia en el juego de su selección, Williams terminó su primer Mundial en la fase de grupos

Sin goles y sin gran relevancia en el juego de su selección, Williams terminó su primer Mundial en la fase de gruposAFP

Más allá de que no haya marcado y que tampoco haya firmado ninguna asistencia –la FIFA le da una en un remate al aire que dio, sin desviar el balón, antes del gol de Kudus a Corea del Sur–, la participación de Williams ha sido un fiasco. No ha intervenido prácticamente en el juego ghanés, no ha desequilibrado como suele hacer en el Athletic y tampoco ha hecho una jugada con la que recordar su paso por Qatar.
Lo que sí hizo fue resbalarse en una acción que bien hubiera cambiado el rumbo de su país en el primer partido ante Portugal. En el último minuto, ya casi con el tiempo cumplido, el portero Diogo Jota se durmió, dejó el balón a ras de césped y Williams, muy listo, se lo quitó tras esperar detrás de él, dentro de la portería. El problema de Iñaki fue que cuando tenía que rematar a puerta vacía tras hacer una gran acción de pillería se resbaló. La acción, de la que no tiene ninguna culpa y es fruto de la mala suerte, quedó como un resumen de su Mundial.

Oportunidad perdida

Con su hermano Nico en el lado español –y con mejor participación sin que tampoco haya destacado– Iñaki prometió que se dejaría «la piel cada minuto y dando siempre lo mejor de mí» en su estreno con la selección de Ghana. Eso sí lo hizo, pero la calidad y la buena participación se la dejó en Bilbao, donde sí es desequilibrante.
Con 28 años, el mayor de los Williams tardó una década –lo que lleva de futbolista profesional– en darse cuenta de que tenía que defender a Ghana. Estaba, realmente, diciendo que quería jugar ya un Mundial, decisión totalmente lícita en el plano deportivo. Qatar 2022 le cogió en un gran momento, en una edad perfecta, pero lo que tenía que ser un Mundial para confirmarle le dejó tal y como estaba.
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