El Rey Juan Carlos en Abu Dabi
Casa Real La casa que el Rey Juan Carlos se ha hecho a su gusto: gimnasio, cocina abierta, pantalla gigante y tres olivos
«Por fin estaba cumpliendo un sueño: vivir en mi casa, con total libertad», afirma en sus memorias sobre su nueva residencia en Abu Dabi
El Rey Don Juan Carlos relata en sus memorias que la casa de la isla de Nurai, en Abu Dabi, a la que se trasladó a vivir en febrero de 2022, ha sido su primer hogar. Don Juan Carlos se instaló en esta residencia cuando se dio cuenta de que su estancia en Emiratos Árabes Unidos iba para largo: «Por primera vez en mi vida, tenía un hogar. Podía decidir cómo colocar los muebles y cómo organizar las cosas», afirma en el libro Reconciliación.
El padre del Rey cuenta que, aunque él pensaba que solo pasaría unas semanas en Abu Dabi y después regresaría a España, con el paso del tiempo se dio cuenta de que su estancia en Emiratos Árabes Unidos «sería mucho más larga de lo que esperaba».
«Me preocupaba convertirme en un huésped incómodo que nunca se va y del que no sabes cómo deshacerte», asegura en sus memorias. Y así se lo trasladó a su anfitrión, el Jeque Jalifa bin Zayed Al Nahayan, quien le tranquilizó: «Esta es tu casa y tienes toda mi protección. Puedes vivir en paz en los Emiratos todo el tiempo que quieras. Eras amigo de mi padre y eres como un hermano para mí», le aseguró.
Fue entonces cuando el Jeque buscó a Don Juan Carlos una casa frente al mar, apartada y tranquila, en la misma isla de Nurai en la que vivió durante la primera etapa de su estancia. «Tras algunas obras de renovación, me mudé allí en febrero de 2022. Por primera vez en mi vida, tenía un hogar. Podía decidir cómo colocar los muebles y cómo organizar las cosas. Hice de la cocina abierta el corazón de la casa. Me encantó tener una habitación dedicada al gimnasio y una enorme pantalla de tres por dos metros, que llamaban the wall".
Ver deporte y wésterns
Esa televisión gigante le permite "seguir los acontecimientos deportivos como si estuviera allí, y ver películas que llenaran mis tardes: wésterns como Los siete magníficos, películas antiguas como Las cuatro plumas, de Zoltan Korda, que transcurre principalmente en Sudán y trata con mucho acierto la cuestión del honor, o Tres lanceros bengalíes, con Gary Cooper, cuyos diálogos son brillantes; también series actuales que se emiten en las plataformas digitales», añade Don Juan Carlos.
«Puedo volver a ver las mismas películas con algunas semanas de intervalo sin darme cuenta de que ya las he visto. ¡Qué suerte cuando tienes muchas tardes tranquilas que llenar!», señala el anterior Monarca.
Vínculo con España
«Mi otro lujo inconmensurable -agrega- es tener vistas a tres olivos milenarios. Encarnan mi vínculo indestructible con España, tan poderoso como sus raíces. Simbolizan la longevidad y la fuerza. Gracias a su presencia, todo el Mediterráneo me acompaña, aunque esté aquí, en medio de las arenas de la península arábiga. Quizá mi casa encarna el vínculo entre estos dos mundos, estas dos culturas distintas entre sí».
Para Don Juan Carlos, «este nuevo hogar ha sido una especie de resurrección. En España se me cerraron las puertas y las amistades verdaderas eran escasas, pero aquí tenía un lugar donde reconstruirme, donde reencontrarme. Por fin estaba cumpliendo un sueño: vivir en mi casa, con total libertad», concluye el Rey.