Andy Murray, el pasado 4 de enero, en Melbourne
Tenis
Andy Murray gana en Australia tras cinco años a pesar de las dudas sobre las prótesis de su cadera
Algunos expertos han recomendado al tenista escocés que se retire debido a las consecuencias físicas que podría acarrearle la práctica del deporte profesional a causa del llamado choque femoroacetabular
La lesión que mantiene desde 2018 a Andy Murray alejado de los primeros puestos del ranking en los que permaneció durante casi una década ininterrumpida (fue número uno en 2016) se llama choque femoroacetabular. Se trata de una deformidad en la cabeza del fémur que choca con la cavidad que lo aloja, desgastando el cartílago articular.
En enero de 2019 el tenista escocés anunció su prematura retirada del tenis debido a la gravedad de dicho desgaste. Después se sometió a una intervención para ponerle una prótesis de recubrimiento metálica sobre la cabeza del fémur. Sorpresivamente, el dos veces campeón en Wimbledon anunció ese mismo año su regreso a la competición, por el momento sin demasiado éxito.
Andy Murray, en Abu Dabi, el pasado diciembre
Advierten algunos expertos que, a pesar de la desaparición del dolor, la constante fricción metálica de la prótesis provocada por la intensidad de la práctica deportiva profesional podría producir el desgaste del metal y la aparición de partículas tóxicas en la sangre con afectación de órganos internos, más allá del mismo desgaste de las prótesis, de difícil reimplantación.
Pese a todo, Murray ha iniciado la temporada espoleado por unos resultados no del todo decepcionantes por sus marcadores durante 2021, donde se refleja que ha sido capaz de luchar, pese a la derrota, contra algunos de los mejores del circuito. En el comienzo de año en Abu Dabi venció a Nadal en el regreso del español a las pistas desde su retirada temporal por lesión el pasado agosto; y el último 15 de enero logró llegar a la final de Sídney, que perdió contra el primer preclasificado del torneo, Aslán Karatsev.
Primera victoria en Melbourne tras cinco años
Un comienzo esperanzador fortalecido con su pase a la segunda ronda (su primera victoria en cinco años en el Open de Australia) de un primer grande del año donde ha sido finalista cinco veces, sin ningún título en su haber, luego de vencer al cabeza de serie número 21, Nikoloz Basilashvili.
Con este triunfo, el número 49 en Oceanía, Andy Murray ha superado el récord de victorias en un Grand Slam sin haberlo ganado nunca, que hasta ahora compartía con su ex entrenador, Ivan Lendl, y sus 48 victorias sin corona final en Wimbledon. Le espera el japonés Taro Daniel, procedente de la fase previa, para llegar al medio centenar de partidos ganados.
Desde su regreso a las pistas, su mejor resultado de Grand Slam lo consiguió el año pasado en Wimbledon, donde alcanzó la tercera ronda tras duros partidos a cuatro y cinco sets. Shapovalov lo eliminó después con solvencia en tres. Habrá que estar atentos al tozudo escocés, quién más allá de los triunfos y las derrotas parece determinado a continuar, desde el puesto dieciséis en lo que va de año, ajeno a las oscuras sombras del choque femoroacetabular.
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