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07 de mayo de 2024

Carlos Alcaraz, durante una exhibición en diciembre de 2023

Carlos Alcaraz, durante una exhibición en diciembre de 2023AFP

La arriesgada estrategia de Carlos Alcaraz para afrontar el Open de Australia

La vuelta de Rafa Nadal a las canchas de tenis nos ha hecho quitarle algunos focos a Carlos Alcaraz. El tenista murciano lleva sin disputar un partido oficial desde noviembre de 2023 y son pocas las noticias que hemos conocido sobre él si lo comparamos con su compatriota, que ha ilusionado una vez más con su regreso a la competición.
Lo que sí sabemos sobre el murciano es que decidió no apuntarse a ningún torneo previo al Open de Australia. Es decir, Carlitos se presentará en el primer Grand Slam de la temporada sin apenas rodaje, pues su puesta a punto la ha hecho disputando tres exhibiciones en diciembre, todas ellas con victorias. Tommy Paul, Novak Djokovic y Roberto Bautista fueron sus rivales en unos encuentros bastante desenfadados y donde faltó la intensidad de los partidos oficiales.
Curiosamente, la estrategia de Alcaraz la están realizado tres de los primeros cuatro cabezas de serie, ya que tanto Daniil Medvedev (3 del mundo) como Jannik Sinner (4 del mundo) han optado por jugar en Melbourne su primer evento del año. Solamente Djokovic se ha rodado un poco antes de defender su corona y la verdad que con malas sensaciones, pues terminó la United Cup –torneo mixto por países– con una lesión en su muñeca.
Sin embargo, la fórmula que va a utilizar el joven español no ha dado grandes resultados en el pasado. Normalmente, el campeón del Open de Australia suele ser alguien que haya jugado algo antes. Bien lo sabe Nadal, que sus dos triunfos en el Grand Slam oceánico han sido habiendo participado en algún evento previo. Doha en 2009 y Melbourne Summer 2022, ambos en la primera semana del año.

Una táctica que empezó a usar Nadal

Sorprende además ver a Alcaraz empleando esta estrategia que entre los tenistas grandes inició Rafa. En cambio, lo cierto es que el balear comenzó a hacer esto ya siendo veterano y por las constantes lesiones en su cuerpo. Su intención en este tramo final de su carrera siempre ha sido la de estar sí o sí en los grandes eventos y prioriza eso al rodaje y las buenas sensaciones en pista.
Siendo tan joven lo lógico era pensar que Alcaraz jugaría algún torneo previo al Open de Australia. Es cierto que su juego tan explosivo le hizo llegar al límite la campaña pasada, pero también lo es que en febrero solamente hay torneos menores donde no necesitará dar su 100 %.
Carlos Alcaraz y Matteo Berrettini, tras su partido en el Open de Australia 2022

Carlos Alcaraz y Matteo Berrettini, tras su partido en el Open de Australia 2022AFP

En cambio, un Grand Slam exige un alto nivel desde el minuto 1 y más aún en Australia, donde muchos grandes jugadores vuelven de varios meses de inactividad y una gran caída en el ranking, por lo que siempre hay rivales muy peligrosos que le podrían tocar desde primera ronda. De hecho, este año se podría ver un Alcaraz-Nadal o un Alcaraz-Berrettini, quien precisamente lo eliminó en 2022.
Por último, cabe recordar un precedente de Alcaraz que demuestra que jugar un torneo previo nunca está de más. Hasta la temporada pasada, Carlitos había ido a Wimbledon sin disputar antes ningún torneo oficial en hierba. No fue hasta 2023 cuando optó por ir primero al ATP de Queen's, y luego a Wimbledon. El resultado no pudo ser más positivo, victoria en Queen's y después segundo Grand Slam a la vitrina.

Aspectos positivos de llegar sin jugar

Lógicamente, la apuesta de Alcaraz también tiene su parte buena. En primer lugar, llegará sin apenas presión, ya que la temporada pasada no disputó el torneo, por lo que cualquier partido que gane le sumará puntos en su casillero y podría recuperar el número 1. También cabe destacar que Australia siempre ha sido terreno de Djokovic, que tiene allí 10 títulos.
Además, Carlitos tendrá la oportunidad de coger ritmo durante el torneo si el sorteo le sonríe y seguramente llegaría más fresco a las rondas finales que algunos de sus competidores. De todos modos, el pupilo de Ferrero ya ha demostrado que no necesita prácticamente partidos para estar a su mejor nivel y es que, no se debe olvidar que con solo 20 años estará ante la oportunidad de sumar su tercer título Grand Slam, casi nada.
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