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24 de abril de 2024

Las vicepresidentas Yolanda Díaz (i) y Nadia Calviño durante la sesión de control al Gobierno en el pleno del Senado

Las vicepresidentas Yolanda Díaz (i) y Nadia Calviño durante una sesión de control al Gobierno en el pleno del SenadoEFE/ Kiko Huesca

Nueva ley

Calviño y Díaz compiten para apuntarse el tanto de la reforma laboral

Calviño afirma que tocar la polémica indemnización por despido no ha estado encima de la mesa y Díaz dice que técnicamente no se podía derogar la legislación de 2012

Tras el consenso entre agentes sociales logrado ayer a mediodía para aprobar la nueva versión de la reforma laboral, Nadia Calviño no tardó en aparecer. La ministra de Asuntos Económicos compareció en La Brújula de la Economía de Onda Cero por la noche para valorar el que considera un gran paso dado y para hacer afirmaciones tan pintorescas como esta: que recientemente se reunió con asociaciones de autónomos y lo que notó en ellas fue «agradecimiento». Tiene poco que ver con lo que nos contaba en esta entrevista Lorenzo Amor, presidente de la principal asociación de autónomos.
El día después de la aprobación de la reforma laboral, continúa la competición por estar en el foco. Calviño ha seguido su ronda esta mañana en Radio Nacional de España para decir que confía en que Bruselas dé su visto bueno al acuerdo alcanzado para la reforma laboral con patronal y sindicatos porque responde a los desequilibrios y anomalías que han caracterizado al mercado español y a las recomendaciones históricas de la UE.
La también ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha destacado que el acuerdo «no tendría que tener ningún tipo de dificultad» para pasar el corte de Bruselas «porque responde a lo previsto en el Plan de Recuperación que ha tenido un apoyo unánime de la instituciones europeas».
Ha explicado que desde el principio de las negociaciones el Gobierno ha tenido un «contacto permanente» con la UE para tenerla al tanto de cómo iba el diálogo, ya que desde fuera «veían el paro estructural y la precariedad como problemáticos».
El acuerdo, ha dicho, «responde a lo que nos han venido recomendando desde hace décadas la UE y las instituciones internacionales, que es abordar esos desequilibrios y anomalías que han caracterizado al mercado español, la precariedad, la temporalidad». 
Por eso confía no solo en el aval de Bruselas, sino también en el de todos los partidos políticos, ya que en este acuerdo «cabe el PP y todos los grupos» por ser «la reforma de todos» que «cuenta con una enorme legitimidad», si bien hay que «tratar de cambiar lo menos posible» porque «es un delicado equilibrio».
Calviño ha reconocido que la indemnización por despido es una cuestión que «desde el principio no ha estado sobre la mesa» porque «no es uno de los factores que venimos arrastrando en el mercado laboral». «El paro estructural es el lastre más importante a medio plazo», ha dicho.
La vicepresidenta ha manifestado que los efectos se van a «notar inmediatamente» y ha dicho que «es un éxito colectivo liderado por el presidente Sánchez».
Por otra parte, ha destacado que su reciente elección para presidir el Comité Monetario y Financiero Internacional (IMF), un órgano del FMI, es una «muy buena noticia para España»: «Nos da una mayor visibilidad en un organismo internacional y nos permite seguir teniendo un papel activo en la coordinación internacional de las políticas económicas ante un shock sin precedentes».

Díaz reconoce que no se podía derogar la reforma laboral

Yolanda Díaz, por su parte, ha acudido a una entrevista en la Cadena SER. La ministra de Trabajo ha asegurado que la reforma laboral acordada ayer por Gobierno, patronal y sindicatos «implica un cambio estructural en el modelo de relaciones laborales», y ha descartado que sea «menos ambiciosa» de lo que hubiera deseado.
Díaz ha valorado el acuerdo alcanzado y ha destacado tanto el papel de la CEOE como el de las centrales sindicales, ya que «todos los agentes sociales han dado lo mejor de nuestra historia y ahora lo vuelven a hacer».
También se ha referido a la polémica por el uso de la palabra «derogación», y ha aclarado que «técnicamente no podía ser derogada, es decir, no puedo dictar una norma diciendo derogo este decreto, porque dejaría sin colchón jurídico a los trabajadores, pero políticamente sí de puede y se hace en una parte, la estipulada en el acuerdo de Gobierno».
El acuerdo cerrado ayer modifica aspectos clave de la regulación laboral, como la contratación o la prevalencia de convenios, lo que permitirá cumplir con uno de los compromisos fijados con Bruselas antes de final de año.
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