El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
Análisis económico
Sánchez no sabe de lo que habla o solo repite lo que le escriben
No dice la verdad sobre déficit, empleo o turismo, entre otras cuestiones
En el Foro de Davos y con la sala medio llena, o medio vacía, nuestro presidente, en una muestra de su capacidad para levitar y convertirse en su Sanchidad ascendiendo al cielo de los grandes gestores mundiales, demostró que, o no sabe de lo que habla, o es un papagayo que solo lee lo que le escriben.
«El empleo aumenta, el déficit disminuye y el sector exportador y el turismo están recuperando niveles previos a la crisis y actuando como motores de este crecimiento». Con esta frase tan bonita, si fuese verdad, se marcó nuestro ignorante presidente una parte de su discurso.
Y digo ignorante, porque llamarle mentiroso es mucho más fuerte, y la ignorancia puede ser fruto de que alguien le preparó un discurso, en clave de petulancia, en lugar de hacerlo en forma de reconocer que, como le dice el Banco de España, somos el peor país de la Unión Europea.
Evidentemente yo estoy haciendo lo mismo que hace el presidente: digo pero no demuestro que lo que ha dicho el presidente es falso, y por lo tanto, hasta el ingenuo, petulante y mentiroso podría ser yo.
Vayamos a por el empleo. Hace unos días publiqué un artículo con la Encuesta de Población Activa, en la que explicaba que con respecto al último trimestre del año, el empleo había caído un 0,5 %.
Es cierto que hemos llegado a los 20 millones de empleos, pero al presidente o no le dicen, o se le olvida, que en diciembre ya los habíamos alcanzado, y que en el primer trimestre del año hemos destruido 100.000 puestos de trabajo. Pero lo que no quiere que le recuerden es que en el 2021 el mayor porcentaje de puestos creados fue a través de la Administración Pública, que creó más de 230.000 puestos, y que hacerse trampas en el solitario es muy fácil, pero que luego a esos 230.000 nuevos empleados públicos hay que pagarlos con dinero que no sale de su bolsillo, sino que sale de los impuestos que pagamos los trabajadores y los empresarios españoles.
El empleo no sube en este año.
«El déficit disminuye». Aquí creo que se tomó algo que le hace volverse amnésico.
Sánchez sabe, y lo debe tener en su cabeza, que la Comisión Europea acaba de decirle que no puede seguir así, a niveles del 6 % de déficit y al doble del 60 % de deuda.
Al perverso que le escribió el discurso al presidente se le debía de haber olvidado el reciente vapuleo del gobernador del Banco de España al Gobierno español y que, además, acaba de publicar la serie histórica mensual con los déficits que se van acumulando a lo largo del tiempo y que me han permitido demostrar que en lo que va de siglo nuestra deuda ha crecido en 1 billón de euros (1.000.000.000.000).
Es importante recordar que lo que produce el déficit es la necesidad de endeudarse y, como podemos ver, la deuda entre marzo de 2022 y marzo de 2021 ha crecido sólo en 60.874 millones de euros.
Cualquiera me podría decir que claro, manejo los datos como me da la gana y que en la EPA he comparado con el trimestre anterior y no con hace un año, pero mi pretensión no es manipular, sino situar a quien le escribió un discurso al presidente lleno de mentiras.
En el primer trimestre del año, la deuda se ha incrementado nada más que en 26.713 millones de euros; eso sí, en el trimestre de mayor recaudación de impuestos de la historia de España. La recaudación ha llegado a 54.749 millones de euros, frente a los 45.530 del mismo período de 2021 o los 43.402 millones del primer trimestre de 2019.
A este ritmo podemos llegar a endeudarnos en otros 100.000 millones este año.
Y para terminar le voy a dar otra bofetada a los preparadores de discursos.
El turismo y su recuperación a niveles previos a la crisis. Qué tontería más supina.
En este primer trimestre hemos recibido 9,7 millones de turistas, que suponen 4,5 millones menos que en el mismo período del año 2019, o lo que es lo mismo, un 32 % menos.
Si la recuperación a niveles previos a la crisis es estar un 32 % por debajo del año 2019, es que el que escribe es tonto, muy tonto, o nos quiere llamar tontos a todos los que leemos las tonterías que escriben para que el presidente las lea como un papagayo.
Tenemos a un presidente, que lo que sueña, se lo cree, que lo que le escriben, se lo cree y lo canta con voz de convencimiento, pero no se entera de nada de lo que realmente está pasando en este país.