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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto con el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá.Europa Press

Análisis económico

El déficit de la Seguridad Social se ha incrementado un 67,4 % con Sánchez

Los ingresos tienen 40.000 millones en trampas

Tenía pendiente, desde hace tiempo, analizar cómo han evolucionado los gastos y los ingresos y, por lo tanto, el déficit de la Seguridad Social desde que Sánchez tomó el poder.
Ahora que navegar por la Intervención General de la Administración Estado (IGAE) se me ha hecho cómodo, empiezo a obtener mucha información que me permite poder hacer nuevos análisis con datos totalmente auditados y reales.
Así que hoy vamos a comparar cómo se cerró el año 2017 y cómo se ha cerrado el año 2021, y así veremos el cambio sustancial que se ha producido en estos 4 años de nefasta gestión socialista.
Como siempre vamos a empezar por la mirada a los gastos, para a continuación revisar los ingresos y así poder calcular el déficit y las trampas en el solitario que les gusta hacerse a nuestros presidentes; aunque a alguno las trampas son tan grandes que resuenan como la letra de la canción Tramposo de Chaqueño Palavecino que decía:
«Si me engañó en la cuadrera, la barba ponga a remojo, que usted solito compadre, está cavándose el pozo. Ese que lleva las riendas, mejor que no se haga el tonto. Yo le confié mi caballo y el le ha vendado los ojos, a los que juegan tan sucio, hay que bajarlos del lomo».
A finales de 2017, los gastos totales de la Seguridad Social alcanzaron los 165.210 millones de euros, aunque solo la partida de Prestaciones Sociales suponía el 94,1 % y significaban un monto de 155.488 millones de euros. Esta partida son todas las pensiones que paga la Seguridad Social, tanto las contributivas como las no contributivas.
Los salarios de los trabajadores de la Seguridad Social representaban solo el 1,5 % del total de los gastos y ascendían a 2.511 millones.
Había una partida de subvenciones que en 2017, aunque solo representaba un 1,3 % del total, ascendía a 2.178 millones de euros, y que no parece tener demasiado sentido, cuando la Seguridad Social está para las pensiones.
Los Otros gastos corrientes suenan muy altos, porque con unos salarios de 2.500 millones, que los alquileres, gastos generales y demás sean un 54 % más que dicha cifra, es para que se haga una auditoría profunda de estos gastos.
La llegada de Sánchez y su falta de gestión tapándole los ojos al caballo hacen que los gastos crezcan un 31,0 %.
Las pensiones y todo lo que no son pensiones, como el Ingreso Mínimo Vital y otras chapucerías que se han metido en estas partidas, nos llevan a que las prestaciones sociales crezcan un 29,1 %, y a pesar del crecimiento caigan al 92,8 % del total del gasto.
Los salarios solo crecen en este período un 9,5 %, y pierden peso, representando solo el 1,3 % de los gastos. En cambio, las subvenciones crecen un 154,8 % en este tiempo, suponiendo ya 5.549 millones y doblando su peso dentro el presupuesto, pasando del 1,3 % al 2,6 %.
La partida de otros gastos corrientes, que ya parecía mucho en 2017, crece un 55,1 %, alcanzando los 6.004 millones, y ya son 2,2 veces los salarios.
Está claro que al caballo le han tapado los ojos y lo han cargado de gastos sin importar que estos gastos van a suponer un incremento sustancial del déficit.
Veamos los ingresos:
En 2017, los ingresos de la Seguridad Social eran realmente dos: las cotizaciones sociales, que en ese año alcanzaron los 131.828 millones de euros, y los Otros gastos corrientes. Rajoy colocaba una partida de 14.892 millones, dentro de otros ingresos corrientes, para que el déficit de la Seguridad Social apareciese como menor.
Así y todo, daba un déficit de 16.775 millones, que sumados a los 14.892, nos coloca en el 2017 en un déficit real de 31.667 millones.
Pero llega Sánchez al poder y pone al frente del ministerio al que parecía un tipo serio y ha resultado un trilero.
Los ingresos por cotizaciones suben generosamente en este período hasta alcanzar los 162.026 millones de euros, que suponen un crecimiento del 22,9 % y aportan 30.188 millones más de ingresos.
Pero para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social y que no parezcan una auténtica barbaridad, utiliza el método Rajoy y transfiere en otros ingresos 40.672 millones de euros, para paliar el efecto del déficit.
Con estos ingresos, la Seguridad Social llega a los 204.049 millones de euros, cifra nunca conseguida, pero con 40.000 millones de trampas.
Así llega a final de curso y el ministro trilero y el jefe de la banda , nos dicen a los españoles que:
1) La Seguridad Social ha batido todos los registros en ingresos.
2) Que gracias a eso solo tiene un déficit de 12.325 millones y que están muy cerca de alcanzar el equilibrio entre gastos e ingresos.
La pena es que los números cantan. La realidad no es que la Seguridad Social tenga deudas oficiales de 99.000 millones como dice el Banco de España. La realidad es que el déficit real del año 2021 es de 53.000 millones de euros, y que es un 67 % más que el último año de Rajoy.
Cada día es más vergonzoso estar dirigidos por tramposos, mentirosos, inútiles e incompetentes, pero el pueblo los ha elegido y el pueblo tendrá que echarlos, espero que pronto, y si estos artículos sirven para ponerlos de patitas en la calle, pues en algo habré contribuido al futuro de España.