Una protesta de camioneros provoca retenciones en la ronda sur de València
El transporte por carretera afronta su peor crisis en décadas: «es un estilo de vida que tiene que gustarte para poder aguantarlo»
Actualmente faltan 20.000 camioneros en España. La dificultad para la conciliación familiar y la exigencia que conlleva aleja a los más jóvenes de un colectivo cada vez más abandonado
España necesita de manera urgente camioneros. Para ser más exactos, 20.000. Con el paso de los años el sector del transporte por carretera ha ido perdiendo más y más trabajadores, a lo que se suma el envejecimiento de un colectivo clave –tal como se vio en noviembre de 2022 cuando los transportistas decidieron parar su actividad–.
Según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores, el 70 % de los trabajadores del sector ya supera los 50 años. Dato realmente demoledor que se acentúa más si lo comparamos con la media europea, que en este caso alcanza los 47 años.
Otro de los principales motivos que explican esta falta de personal es el relevo generacional. Los más jóvenes ya no se sienten atraídos por este tipo de trabajo más sacrificado –lo mismo pasa con la construcción o la agricultura–.
Cuenta atrás
Una situación que repite en cada punto de nuestra geografía y que, de cara a los próximos años, podría pasarnos factura. «En España faltan transportistas, la sociedad se enfrenta a un problema gravísimo y aún no lo sabe», matiza Antonio Villaverde, presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA). Villaverde fue uno de los ponentes en el último Foro Nacional del Transporte, en el que se mostró disconforme ante el hecho de que «habiendo casi tres millones de parados en nuestro país, no podamos encontrar trabajadores».
Esta problemática se acentúa aún más en los jóvenes. Andrea es el mayor exponente de una realidad en auge. A sus 25 años, esta aragonesa no vislumbra hacerse cargo de la empresa que dirige su familia desde hace varias generaciones: «En mi caso, nunca ha sido una opción tomar el relevo de mi padre. En primer lugar, en mi casa, ser camionero siempre se ha entendido como una profesión muy vocacional. Mi abuelo ya era camionero y mi padre siempre cuenta que él desde que era niño sabía que le gustaba el camión».
Al final nos encontramos ante un trabajo que requiere un mayor esfuerzo físico. Andrea va más allá y asegura que el trabajo de transporte de mercancías es más un «estilo de vida más que un trabajo» que «tiene que gustarte para poder disfrutarlo y aguantarlo».
Conciliación familiar
Asimismo, el transporte de mercancías es una salida laboral que mantiene a sus trabajadores alejados de sus familias durante largos periodos de tiempo. Situación que ha vivido la propia Andrea, cuyo padre «estaba ausente en muchos momentos porque estaba fuera trabajando».
Sin embargo, reconoce y agradece el gran esfuerzo que ha desempeñado su familia, ya que eso le ha permitido estudiar y salir adelante: «Gracias a ese sacrificio la empresa familiar sigue prosperando y yo he podido estudiar lo que he querido, viajar y tener muchas comodidades. Y es una realidad de la que a parte de hacerme sentir agradecida, también estoy orgullosa», concluye.
Condiciones económicas
Otro de los puntos a tener en cuenta es el económico, ya que al ser un trabajo tan sacrificado los más jóvenes buscan una mejora de las condiciones. Según los datos del propio Foro Nacional del Transporte, los ingresos medios de un transportista en nuestro país ascienden a los 19.300 euros brutos anuales –unos 1.300 euros al mes–.
En función de la experiencia y el desplazamiento al que esté sometido el conductor, esta cifra podría subir hasta los 23.000 euros al año, aproximadamente.
¿Qué se necesita para ser camionero?
En cuanto a los requisitos requeridos para formar parte del transporte por carretera, únicamente se necesitará el permiso de la DGT –dependiendo de las dimensiones del vehículo–, el certificado correspondiente para transportar mercancías peligrosas y un certificado de aptitud que se realiza todos los años en cada comunidad autónoma.