
Dos camareros trabajan en una de las terrazas ubicadas en el Paseo del Prado
El SMI ya supera el 70 % del salario medio en las pequeñas empresas
Trabajo se escuda en la Carta Social Europea, pero la realidad del tejido empresarial español muestra las desigualdades entre sectores y regiones
Yolanda Díaz ha justificado las sucesivas subidas del salario mínimo de los últimos años en la necesidad de adecuarlo al 60 % del salario medio, de acuerdo con una recomendación de la Carta Social Europea. Este porcentaje no solo ya se cumple, sino que en la mayor parte de empresas de nuestro tejido empresarial supone el 70 %.
Aunque economistas y patronal han advertido en muchas ocasiones que son los pequeños negocios los que más sufren el aumento constante de los costes laborales, la retórica del Gobierno ha ido en dirección de las grandes multinacionales a pesar de que la pyme —principalmente empresas de menos de diez trabajadores— supone el 99,8 % del tejido empresarial.
Con el nuevo incremento de salario mínimo a 1.184 euros en 14 pagas, España se ha situado como el país de la UE con el salario mínimo más costoso en relación con la productividad, según el informe Salarios, repercusión de la subida del SMI, elaborado por el servicio de Estudios de Cepyme. Esta situación tiene además un impacto diferente en función del tamaño de las empresas, los sectores y el territorio.
En el caso de las empresas de menos de 50 empleados, el nuevo SMI supone algo más del 70 % del salario medio ordinario por jornada completa. Además, al ampliarse la brecha entre salarios y productividad, «los costes laborales son más gravosos para las empresas de menor tamaño», según el informe de la patronal.
Desde Cepyme señalan que una prueba del perjuicio de las subidas acumulativas del SMI en las pymes es la evolución del empleo en las microempresas, que ha subido en un 0,9 % desde finales 2018 frente al 12,9 % que podría haber subido de proseguir las tendencias de aumentos de contratación en la dinámica anterior. «Medido en puestos de trabajo, el cálculo supone que la microempresa ha dejado de crear 350.000 empleos por la repercusión del SMI», advierten.
También en los sectores, el SMI tiene diferente grado de afectación, especialmente en aquellos —como comercio y hostelería— en donde la gran mayoría de asalariados se sitúa en los rangos del SMI, llegando a ser las diferencias de hasta veinte puntos porcentuales.
Impacto territorial
El salario mínimo excede también el 60 % de referencia respecto al salario medio en 42 provincias, llegando a suponer el 75 % en 34 de ellas. «Esto supone que la subida desatiende la realidad del tejido productivo de la mayoría del país, además de ser especialmente dañina en provincias afectadas por el fenómeno de la despoblación y la falta de mano de obra para cubrir puestos de trabajo vacantes, como Ávila, Zamora y Toledo, entre otras», explica el estudio.
A nivel autonómico, esta situación se repite, situándose por encima del 60 % en trece comunidades con el consiguiente agravio de costes laborales.
Mayor importe de Europa
Por último, el estudio de Cepyme muestra que España acumula el mayor importe relativo del SMI en Europa, así como el segundo mayor descenso de la productividad, que provoca que el peso de los costes laborales en las cuentas de las empresas sea todavía mayor en términos relativos.
El SMI ha crecido el triple que los precios desde 2018 —45,1 % frente al 19, 5%— y ha sido mucho mayor que el aumento de las ventas, algo especialmente palmario en sectores intensivos en pequeñas empresas, como el comercio minorista o la hostelería. Como consecuencia de esa evolución, al alza desacompasada de la evolución de la productividad, la inflación y las ventas, cae la rentabilidad de las pymes, lo que mina su capacidad de generar inversión y crear empleo.