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El ministro de Economía, Carlos Cuerpo.Europa Press

¿La economía española va bien? Nos endeudamos en 5.900 millones al mes y perdemos empresas

Las noticias se acumulan en la vida económica española (el escándalo del Banco de España, la OPA BBVA-Sabadell, la parte empresarial de los whatsapps del caso Koldo y la persecución de la UCO...), y en medio de todo ello, a muchos no les queda claro si nuestra economía va bien o mal.

El Gobierno de Sánchez dice que va como un cohete; es cierto que las terrazas de los bares están llenas y el turismo bate récords. Pero los expertos en economía dicen que no vamos bien. Una muestra puede oírse en la conversación en audio disponible sobre estas líneas entre los economistas José María Rotellar y Diego Barceló.

Rotellar recuerda que tenemos «una economía anestesiada por el gasto público, que ha impulsado el crecimiento de corto plazo, pero genera un endeudamiento terrible y un déficit estructural a largo plazo muy importante, con lo cual perjudica el medio y el largo plazo». El aumento de la población y su consiguiente reflejo en el incremento del PIB nominal, y la buena marcha de las exportaciones, son los otros dos grandes factores que explican que la economía española crezca de momento por encima de la media de la UE en su PIB nominal. En PIB per cápita perdemos posiciones respecto a la media de la eurozona en paridad de poder de compra.

Rotellar incide además en que las exportaciones han ido bien hasta ahora, «pero pueden empezar a mermar porque tampoco tengamos mucha más capacidad para crecer o porque la renta disponible de nuestros principales socios comerciales baje por una desaceleración económica -como ya se está produciendo-».

Más cuestiones preocupantes

El economista Diego Barceló remarca el problema de la deuda: «En los siete años que Pedro Sánchez lleva gobernando, la deuda pública sube en 5.900 millones de euros de media al mes. Eso es insostenible».

Añade que de nuestra economía tiran «un pequeño grupo de grandes empresas y el propio sector público, que estimula una política de pan para hoy y hambre para mañana. Alrededor del 35 % de la demanda interna se explica directa o indirectamente por gasto público: aumento de pensiones, de empleo público, de salarios públicos y el pequeño gasto que suman los fondos europeos. No es una política sostenible».

También habla de la evolución de las empresas en España: «Comparando los datos del primer trimestre de 2019 (Sánchez gobierna desde junio de 2018) con el primer trimestre de 2025, ahora hay 23.000 microempresas menos, un 2 % menos, y el número total de empresas también es un 0,2 % menor que hace seis años».

El economista añade que, «paralelamente, ha habido una expansión del número de grandes empresas, que ahora son prácticamente 6.000. Eso tiene un reflejo en la generación de empleo, porque en los seis últimos años siete de cada diez puestos de trabajo asalariado privado vinieron de las grandes empresas. El millón cien mil de microempresas con empleados que hay en España, todas juntas, no han creado ni 10.000 empleos. Las microempresas están destruidas, y la microempresa es el taller, la peluquería, el bar... Esas son el 93 % de nuestras empresas».

A todos estos factores preocupantes, Rotellar suma uno más: «El (gasto global en España en) consumo ha repuntado de 2.500 millones aproximadamente en el primer trimestre del año pasado a 10.000 millones. Eso muestra que se está pidiendo mucho crédito para consumo. Puede significar que se está asumiendo cierto gasto, que quizá puede ser imprudente hacer a crédito, o que en muchos casos los agentes económicos tienen dificultades para poder completar sus ingresos por el incremento del coste de la vida». Como conclusión, este economista apunta que «es verdad que parece que hay un cierto dinamismo, pero también es cierto que se hace a lomos de endeudamiento público y de endeudamiento privado para el consumo».