Garamendi denuncia en el Congreso la «involución» del diálogo social

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha expresado este martes su preocupación por el «proceso de involución» que, a su juicio, ha sufrido el diálogo social, «especialmente en materias tan sensibles y críticas para la paz social y el crecimiento económico como el SMI o la reducción de la jornada laboral».

«Pedimos dialogar más y mejor», ha reclamado Garamendi en un acto organizado por la Sociedad Barcelonesa de Estudios Sociales y Económicos de Foment del Treball (SBEES) en el Congreso de los Diputados, en el que ha advertido a la ministra de Trabajo –sin nombrarla– de que «cuando el diálogo es unilateral y excluyente solo existe un monólogo sin perspectiva y sin consenso».

Tras señalar que «dialogar es la única manera de que no muera la paz social y se deteriore la democracia», el presidente de la patronal ha dicho que echa «en falta últimamente el respeto institucional» y la «lealtad institucional» que, en su opinión, presidió otras épocas del diálogo social en España.

Garamendi ha denunciado esta situación tras recordar los «grandes logros» alcanzados en los últimos 50 años al abrigo del diálogo social, como los Pactos de la Moncloa, la firma del Estatuto de los Trabajadores en 1980, la reforma de la Seguridad Social de 1985 y el acuerdo interconfederal para la estabilidad del empleo en 1997.

Ha reivindicado también que el diálogo social ha sido una «garantía de estabilidad social» en épocas de crisis, por ejemplo para evitar la intervención de la economía española en la crisis financiera o en la crisis de la covid, donde el diálogo social «estuvo más que a la altura».

El acto, dirigido a valorar el papel de los empresarios en los últimos 50 años de democracia española, ha congregado a la cúpula del empresariado español y catalán, que ha debatido sobre la pérdida de valores, los cambios geopolíticos y la relación entre el apogeo de los extremismos en Europa y la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias.

Buenos salarios

En su intervención, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, la principal organización empresarial catalana, ha planteado la necesidad de revertir una situación en la que las rentas del capital son superiores a las rentas del trabajo, lo que en su opinión es «la causa de las grandes desigualdades existentes en España hoy y en gran parte de los países desarrollados».

Sánchez Llibre ha llamado a preguntarse «si la proporción entre salario y dividendo es la adecuada» y a «recuperar valores para un pacto social en Europa que fortalezca nuestro sistema de convivencia».

También el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha advertido de que «no hay democracia si la gente no se siente bien retribuida» y ha argumentado que los partidos extremistas están creciendo en Europa «porque los ciudadanos no se sienten bien representados, y eso es porque Europa no está creciendo, no presenta un futuro halagador y ha perdido el tren de la productividad y de la competitividad».