Paco Salazar, el hombre de Sánchez al que confió sus avales junto a Cerdán y Koldo: «Mi equipo más cercano»

Francisco José Salazar Rodríguez (Montellano, Sevilla, 24 de noviembre de 1968) estaba llamado a ser uno de los que sucederían a Santos Cerdán en la Secretaría de Organización del PSOE después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil revelase el pasado mes de junio que el socialista navarro había –presuntamente– cobrado mordidas de adjudicaciones públicas. Para minimizar el escándalo de Cerdán, Pedro Sánchez decidió diluir las responsabilidades de la secretaría de Organización en varias personas, así que encargó encabezar este órgano a la valenciana Rebeca Torró, mientras que Salazar iba a ser designado como su adjunto.

No obstante, Salazar se vio obligado a renunciar al cargo pocas horas antes de ser nombrado porque diferentes trabajadoras del PSOE y de la Moncloa le acusaron de acoso sexual. Según publicó eldiario.es, el dirigente socialista habría hecho comentarios obscenos sobre el aspecto físico y la vestimenta de sus compañeras, además de enviar mensajes personales fuera del horario laboral en los que las invitaba a cenar a solas o, incluso, les proponía pasar la noche en su domicilio.

En realidad, la relación entre Sánchez y Salazar viene de lejos. El montellanero ayudó al hoy presidente del Gobierno a recuperar el liderazgo del PSOE en 2017. En su célebre libro Manual de Resistencia (2019), desvela: «Solo tres personas sabíamos el número de avales recogidos: Santos Cerdán, Paco Salazar y yo. Sin embargo, no podía contarlo, lógicamente, ya que había que esperar al momento oficial de la presentación en Ferraz».

«El día de la entrega era el 4 de mayo. Las dos noches anteriores, Koldo, un miembro de la candidatura, se quedó a dormir en la oficina para custodiarlos. Como anécdota, valga contar que una vecina del edificio le ofreció su baño para que se duchara porque él no quería dejarlos sin vigilar ni un solo momento», añade Sánchez sobre Koldo García, el exasesor de José Luis Ábalos que hoy se encuentra en prisión provisional junto al exministro de Transportes.

Igualmente, tal y como informó El Debate, en otro capítulo de Manual de Resistencia, el jefe del Ejecutivo definió a Salazar como parte de su «equipo más cercano», debido a que fue una de las personas a las que acudió tras la sentencia de la Audiencia Nacional que propició la moción de censura que llevó a Sánchez a la Moncloa: «Lo primero que hago es llamar a Margarita Robles. No solo es la portavoz del grupo parlamentario socialista, sino que además es jueza y yo quiero, antes de tomar ninguna decisión política, tener un análisis jurídico riguroso, extremadamente fino y preciso, de la sentencia. A aquella reunión asisten también Adriana Lastra, José Luis Ábalos, Carmen Calvo, Iván Redondo, Maritcha Ruiz, Juanma Serrano… Llamo a mi equipo más cercano, además de a compañeros de la ejecutiva, como Santos Cerdán, Paco Salazar, Patxi López y Alfonso Gómez de Celis».

El mismo mes que llegó al palacio presidencial –en junio de 2018– Sánchez premió a su amigo con el cargo de Director de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. En estos años también ha sido Secretario General de Planificación Política, y Secretario General de Coordinación Institucional, puesto que ostentó hasta el pasado julio, cuando estalló el caso de su supuesto acoso sexual. Además, fue diputado del PSOE entre 2019 y 2023.

Estos días el nombre de Salazar ha vuelto a saltar a la palestra porque eldiario.es publicó que el exasesor socialista utilizaba un «lenguaje hipersexualizado», lanzaba piropos por la vestimenta o el aspecto físico e incluso simulaba actos sexuales delante de mujeres de su equipo. «Se subía la bragueta en tu cara, escenificaba felaciones y pedía vernos el escote», reveló este digital.

Hace unos días las presuntas víctimas que presentaron una denuncia a través del canal interno del PSOE alertaron que su caso había desaparecido de la plataforma digital que registra el seguimiento de la investigación. Al cóctel se añade que, pese a las denuncias de acoso, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, comió con Salazar el mes pasado, como destacó Artículo14. En un primer momento, la también ministra de Deportes pretextó que «mi agenda es pública» y que el encuentro fue «personal», aunque este martes, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, resaltó que las expresiones que usaba el socialista son «vomitivas».

Por todo ello, la Secretaría de Igualdad de la Ejecutiva del PSOE convocó de urgencia en la noche del miércoles una reunión con las responsables y portavoces de esta área en las federaciones regionales para abordar las denuncias por acoso contra el exdirigente socialista. La indignación ha generado una grave crisis en las filas socialistas, y algunas voces han exigido llevar al presunto acosador ante la Fiscalía, extremo que ha sido descartado por la dirección del partido.