El empresario discreto que cambió España: «Veía lo que no veían los demás»

José Fernández López. Un empresario sin miedo al riesgo (Almuzara/LID), rescata una de esas historias de película que no merece morir y que, con la perspectiva que da el tiempo, muestra una aportación para la sociedad que difícilmente encuentra comparación en el mundo empresarial.

Fundador de Zeltia, Transfesa y Pescanova, José Fernández López (1904-1986), emergió como una figura clave en una de las etapas más difíciles para los ciudadanos españoles.

De apostar en solitario por dos mataderos industriales en quiebra durante la República, en Mérida y Porriño, a crear la primera multinacional de transportes especiales ferroviarios, Transfesa, o revolucionar la pesca con la primera flota de congeladores de Europa, que surcó los mares bajo la bandera de Pescanova.

El endeudamiento y la ausencia de miedo al riesgo, tal y como dicta el título de la obra, acompañan a este personaje fallecido en 1986 y que ahora rescata la periodista de El Debate, Marisa Gallero.

«Por justicia me corresponde hablar muy bien del protagonista y de su hijo, José María Fernández Sousa-Faro, cuya determinación ha sido clave en esta historia», señaló Bieito Rubido, director de El Debate, en la presentación del libro que ha tenido lugar en un abarrotado salón de actos del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Manuel Pimentel, editor de Almuzara/LID, ha elogiado la figura de Rubido, que perseguía esta publicación desde 2012, cuando instó a José María Fernández Sousa-Faro, hijo del protagonista, a desempolvar el legado del exitoso empresario: «Sin Bieito Rubido este libro no se habría escrito. Él es consciente del poder de trascendencia de las obras e insistió a José María para publicar la vida de su padre».

Las primeras indagaciones corrieron a cargo del ahora director de El Debate, que tras conocer los testimonios de quienes convivieron y trabajaron codo con codo con José Fernández López cedió el testigo a Marisa Gallero: «Cuanto más sabía del personaje más me interesaba, pero para mí era imposible acometer la investigación, que requería mucha documentación, y entonces le presenté a Marisa Gallero, una periodista de investigación extraordinaria, a José María Fernández (hijo)».

«Marisa ha hecho una labor increíble. El libro es exhaustivo, se lee muy bien y la investigación es minuciosa. Hay cosas de mi padre que ni yo ni muchos de su círculo más próximo conocíamos», indicó en el acto de presentación José María Fernández Sousa-Faro, fundador y presidente ejecutivo de PharmaMar.

Rubido ha ensalzado la figura de «un empresario excepcional en la vida de España», ya que todas las compañías de Fernández López aportaban al bien común del país: «Empezó con los mataderos en un país que pasaba hambre, patentó un sistema de cambios de vías para unir por tren España con el resto de Europa en el paso de los Pirineos e invirtió mucho en aplicaciones químicas pensando en la mejoría del ganado y los rendimientos del campo».

El gallego José Fernández López «fue un auténtico visionario que supo adelantarse a su tiempo», afirma la autora, que destaca el carácter tan particular del empresario, alejado del cliché del próspero: «Hay imágenes de momentos clave para la industria española en las que José Fernández López aparece apartado, como si la cosa no fuera con él», algo que apostilla Rubido con una anécdota de Víctor Moro (1926-2021), uno de los hombres de más confianza del empresario: «Veía lo que no veían los demás», relataba Moro.

«Un hombre que se caracterizó por una creatividad fecunda, una discreción digna de alabanza, una constante dedicación al trabajo y un escaso apego al dinero. Detrás siempre había una vocación de hacer más grande su país, de servir a los demás. En la raíz de sus iniciativas se encontraba un marcado sentido de servicio al interés general. Hoy todos somos un poco herederos de la iniciativa de aquel lucense discreto en las formas que albergaba en su interior el alma de un tenaz e inquieto emprendedor», subraya Bieito Rubido en el prólogo de la obra.

«Sin miedo al riesgo apostó en solitario por dos mataderos industriales en quiebra durante la República. Financió la compra del último ejemplar porcino de un linaje en extinción para quitárselo a los ingleses en plena guerra civil. Fundó junto a sus hermanos un laboratorio químico en el inicio de la posguerra. Dio cobijo a científicos represaliados durante la dictadura. Creó la primera multinacional de transportes especiales ferroviarios (y sobrevoló Alemania en plena Segunda Guerra Mundial, con todas las luces del avión apagadas mientras veía cómo caía una tormenta de bombas, para comprar vagones)», añade Gallero.

«Su legado va más allá de los negocios: su papel como mecenas cultural y su compromiso con Galicia marcaron una diferencia en la historia del país», trasladan desde la editorial. La investigación revela documentos inéditos y ofrece una narración envolvente sobre un hombre que desafió los límites de su época. Con un rigor histórico excepcional, rescata la figura de un empresario discreto pero influyente, cuyo impacto aún perdura.

José Fernández López. Un empresario sin miedo al riesgo, ha sido premiada ex aequo con el XXI Premio LID de Biografía Empresarial, un galardón que reconoce y fomenta el estudio y la investigación histórica de las empresas y empresarios más destacados de España y Latinoamérica.