Con el paso del tiempo, el sueldo evoluciona de forma progresiva
El salario de un piloto de avión, explicado por uno de ellos: «No es como muchos creen»
La acumulación de horas de vuelo y la experiencia adquirida permiten acceder a mejores condiciones económicas
La imagen del piloto de aviación como un profesional con salarios muy elevados desde el primer día no siempre se ajusta a la realidad. Así lo explica un piloto en un vídeo difundido en redes sociales, donde aborda sin rodeos una de las preguntas más habituales: cuánto cobra realmente un piloto al mes.
«Al principio los pilotos no cobramos una cifra desorbitada», aclara. En los primeros meses de trabajo, los ingresos se sitúan, aproximadamente, entre «unos 2.000, 2.500 euros al mes como mucho». Una cantidad que, aunque permite vivir con cierta estabilidad, dista bastante de las cifras que suelen asociarse a esta profesión desde fuera.
Con el paso del tiempo, el sueldo evoluciona de forma progresiva. La acumulación de horas de vuelo y la experiencia adquirida permiten acceder a mejores condiciones económicas, aunque este crecimiento no es inmediato ni homogéneo.
Cuando el piloto alcanza el rango de comandante, el salario puede aumentar de manera considerable. En ese momento, «el sueldo puede llegar a los 8.000 o 9.000». No obstante, el propio piloto matiza que estas cifras no son universales ni automáticas.
Tal y como detalla, el salario final depende de múltiples variables:
- La aerolínea para la que se trabaja.
- El tipo de operación aérea.
- El modelo de contrato.
- El país en el que se ejerce la profesión.
Más allá del dinero
Aun así, el mensaje central no gira únicamente en torno a las cifras. El piloto insiste en que fijar toda la atención en el sueldo futuro puede llevar a una visión distorsionada de la profesión. «Más que obsesionarte con lo que cobrarías en un futuro como piloto de aviación es más importante, creo yo, tener claro cómo vas a llevar tu formación», subraya.
En esa reflexión entran en juego aspectos determinantes para quien aspira a dedicarse a la aviación comercial. Entre ellos, el tiempo que se puede invertir en formarse, el dinero necesario para obtener las licencias y el estilo de vida que se desea llevar a largo plazo.
Una perspectiva que pone el foco no solo en el destino profesional, sino también en el recorrido previo. Un camino exigente que, como recuerda el propio piloto, va mucho más allá del salario que figura cada mes en la nómina.