Madrid, País Vasco y Navarra son las tres regiones más ricas de España, según el INE

El pasado día 16 de diciembre, para alumbrarnos las Navidades, el Instituto Nacional de Estadística ha publicado la Contabilidad Regional de España; eso sí: sólo en términos nominales, porque calcularlos en términos reales, es decir, quitando el efecto de la inflación, es un esfuerzo descomunal y despiadado, solo al alcance de titanes.

En cualquier caso, es interesante saber qué ha pasado, aunque sea con la inflación, porque al menos podemos ver qué ha ocurrido en dichas comunidades con uno de los indicadores más importantes como es el PIB per cápita, aunque sea en términos nominales, porque este indicador nos mide la riqueza que se genera por habitante. Sin duda alguna, el PIB per cápita real y la Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) son mucho más precisos.

Entre 2018 y 2024, el PIB nominal total creció un 31,5 %; el PIB per cápita, solo crece un 25,8 %, debido al crecimiento de la población española

El saberlo por habitante es muy importante porque, a escala autonómica, el indicador deja de ser un simple dato macro y se convierte en una herramienta estructural para entender desigualdades territoriales, capacidad fiscal, competitividad y prioridades de política pública.

El PIB per cápita, aunque no descuente la inflación, mide varias cosas clave al mismo tiempo:

1) Capacidad económica media, que nos indica cuánta riqueza genera una economía por persona en euros del momento. Es una buena aproximación a la capacidad de consumo. Un territorio con mayor PIB per cápita puede recaudar más impuestos sin asfixiar.

2) Productividad implícita. No mide solo cuánto produce cada trabajador, sino cuánto produce el conjunto de la sociedad por habitante. Por eso es tan útil para comparar territorios.

3) Punto de referencia político y social. Aunque no sea «real», es el indicador que usan gobiernos y la Unión Europea para fondos europeos, la clasificación de regiones y a partir de ahí la opción a optar a más ayudas.

Pero quizás una de las cosas más importantes es que nos ayuda a entender la desigualdad territorial real: qué regiones se parecen más a la Europa rica y cuáles se están quedando atrás.

Pero también nos sirve para evaluar a nuestros políticos, porque la utilización de los recursos que reciben para gestionar sus regiones produce resultados mejores o peores a la hora del desarrollo económico, que lo que produce es mayor riqueza, que no es otra cosa que mayor PIB.

Así que veamos qué ha pasado en términos nominales desde 2018 hasta 2024:

Lo primero que hay que destacar es que mientras el PIB nominal total creció un 31,5 %, el PIB per cápita solo crece un 25,8 %, debido al crecimiento de la población española, que pasó de 46,7 millones a 48,9 millones, lo que supone que este parámetro tan importante creció un 4,6 %.

En 2018 teníamos siete regiones por encima de la media del PIB per cápita y, por lo tanto, diez regiones por debajo de la media, y esa cifra se ha mantenido exactamente igual. La llegada de un nuevo Gobierno y modelo de gestión no ha servido para paliar las diferencias regionales.

Castilla La Mancha, Extremadura y Andalucía eran las tres regiones más pobres de España, pero Castilla La Mancha gana una posición. Quien la pierde es Canarias, que ha empeorado su situación al crecer un 24 %, por debajo de la media nacional, y su PIB per cápita, que estaba en el 80,4 % de la media nacional, pasa al 79,2 %. Alguien le tiene que decir a los canarios que tienen un problema de gestión importante.

Castilla La Mancha, Extremadura y Andalucía eran las tres regiones más pobres de España, pero Castilla La Mancha gana una posición

Extremadura y Andalucía, aunque siguen siendo las dos regiones más pobres, mejoran su situación al crecer Extremadura un 30,2 % y ser la segunda que más crece después de Asturias.

Una demostración palpable de que hay buenos gestores y malos gestores.

En la parte de los mejores, en 2018 ocupaban los tres primeros puestos Madrid, País Vasco y Navarra. En 2024, siguen en las mismas posiciones. Madrid pierde 6 centésimas con respecto a la media nacional; el País Vasco, 86, y Navarra, 39. Es decir: aunque las tres comunidades pierden, la que peor parada sale es el País Vasco, que se queda al borde de perder 1 punto porcentual.

Cataluña pierde 2,8 puntos porcentuales, lo cual demuestra que el independentismo le ha hecho retroceder en cuanto a la media nacional y es la segunda comunidad que peor lo hace. Solo le supera la Comunidad Valenciana, que pierde 2,9 puntos porcentuales. La tercera peor es La Rioja, que pierde 1,3 puntos porcentuales.

Galicia es otra región que mejora un puesto. Pasa de la décima posición a la novena, desplazando a Cantabria, que sigue, no como la anchoa, sino como el cangrejo, marcha atrás.

Madrid sigue creando brecha por habitante y gana espacio con todos los importantes. Tiene ya un PIB per cápita de 3.739 euros por habitante más que País Vasco, 5.653 euros más que Navarra y 7.272 más que Cataluña.

Cuando se entere Junqueras de que ha pasado esto, le va a meter una bronca monumental a Sánchez por haberlo permitido. O sea, que ya sabemos que Sánchez volverá a tratar de hundir a los madrileños.

Qué le vamos a hacer: habrá que vivir con ello hasta que se vaya.