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Sport Center de Olympia Quirónsalud, ha puesto en marcha la medicina hiperbárica con la incorporación de la cámara monoplaza Oxybárica, que logra una hiperoxigenación en todas las células del cuerpo permitiendo curar y/o mejorar muchas patologías

SALUD

¿Qué es la medicina hiperbárica y por qué es tan beneficiosa para muchas patologías?

Esta técnica basada en el oxígeno ofrece resultados extraordinarios en el bienestar general y rejuvenecimiento cutáneo

EN COLABORACIÓN CON QUIRONSALUD

El oxígeno es el elemento más abundante que tenemos en nuestro cuerpo y también el más necesario. Es el que nos permite respirar y realizar muchas de las funciones de nuestro día a día. Sabemos que el aire que respiramos solo tiene un 21% de oxígeno, siendo la cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de los tejidos del cuerpo humano, si consiguiéramos hacerlo con una presión del 100% los resultados que tendríamos serían extraordinarios en una gran variedad de patologías y esto es lo que se consigue con lo que denominamos «medicina hiperbárica»
Pero ¿qué es exactamente? Es una disciplina que consiste en suministrar oxígeno a una presión más alta de lo normal para aumentar la cantidad de oxígeno en la sangre. Tal y como nos explica la Dra. Ane Escribano, médico hiperbarista de Olympia, perteneciente al grupo Quironsalud hay una gran variedad de patologías que se pueden beneficiar de la medicina hiperbárica, como son las intoxicaciones por monóxido de carbono, en los síndromes de descompresión de los buceadores, o en algunas infecciones necrotizantes como la gangrena gaseosa (infección potencialmente mortal del tejido muscular) donde se disminuye la mortalidad y morbilidad si se aplican este tipo de tratamientos.
doctora

Doctora Ane Escribano, médico hiperbarista de Olympia,

Es muy beneficioso en pacientes diabéticos donde las heridas que no cicatrizan a veces obligan a realizar amputaciones y esto se puede evitar con la oxigenoterapia hiperbáricaAne Escribanomédico hiperbarista de Olympia

Además, ayuda a mejorar la toxicidad de algunos tratamientos oncológicos como la radioterapia o la quimioterapia y desde hace relativamente poco tiempo se ha empezado a utilizar en cirugía plástica para conseguir mejores resultados estéticos, menos complicaciones quirúrgicas y una cicatrización más rápida mejorando así la recuperación e incorporación a la vida cotidiana.

¿Qué tiene que hacer el paciente?

En primer lugar, el paciente tiene que entrar en un habitáculo con ropa de algodón y sin accesorios metálicos como móviles, anillos, relojes ya que el oxígeno es un gas inflamable. En caso de que el paciente sea diabético debe comer algo antes de entrar en la cámara ya que puede bajar algo la glucosa dentro de la cámara y en el caso de que sea fumador se aconseja que no fume en las horas previas a la sesión.
Una vez listo, el paciente entra en la cámara donde estará respirando oxígeno al 100% para conseguir concentraciones en sangre muy altas. De esta forma el oxígeno llegará a todos los tejidos consiguiendo lo que se denomina una hiperoxia tisular.
Lo ideal es que el enfermo reciba entre 3- 5 sesiones por semana, con una duración aproximada de entre 60 y 90 minutos, aunque en algunos casos las sesiones se alargan como ocurre con los pacientes que hayan sufrido un accidente de buceo.

La media suelen unas 20 sesiones, aunque depende de la patología y su evolución a lo largo del tratamientoAne Escribanomédico hiperbartista de olympia

Tal y como nos cuenta la doctora es muy importante explicar al paciente lo que va a sentir una vez dentro de la cámara, una vez empiece a subir la presión. La sensación es la misma que cuando viajamos en avión o subimos una montaña, donde la presión aumenta y se producen los cambios bruscos de presión a nivel del tímpano. Si el paciente es algo claustrofóbico o nervioso existen unas cámaras transparentes que permiten que el paciente se encuentre más tranquilo y con menos sensación claustrofóbica.
Cámara hiperbárica

Cámara hiperbárica

Enfermedades que tienen los mejores resultados

Según la Dra. Ane Escribano hay muchas enfermedades donde la medicina hiperbárica ha demostrado científicamente el beneficio terapéutico. Desde la oncología, en la que destacan sus beneficios en una mejor calidad de vida del paciente y tolerancia a los tratamientos oncológicos y en la recuperación de las lesiones producidas por éstos, pasando por la neurología en la que su eficiencia está probada en pacientes de esclerosis múltiple, parálisis cerebral o accidente cerebrovascular, hasta cualquier enfermedad que curse con hipoxia (disminución de oxígeno tisular) se puede beneficiar de la medicina hiperbárica.
Sin embargo, hay otras muchas patologías donde aún se están investigando los beneficios que puede tener esta técnica, como puede ser la fibromialgia, cefaleas, parálisis faciales, dolor crónico, acúfenos, sordera súbita, secuelas post-Covid, discopatía degenerativa, accidentes cerebrovasculares, o algunas enfermedades inmunológicas como la esclerodermia.
El acompañamiento de los especialistas a los pacientes en el trascurso del tratamiento es fundamental, ya que en ocasiones acuden a consulta muy angustiados porque nadie le da solución a su patología y a medida que va avanzando el tratamiento, se va encontrando mejor, con disminución de los síntomas, de su medicación analgésica o su ansiedad y por tanto con gran mejoría en su calidad de vida aclara la doctora.
Cada vez hay más indicaciones, algunas con sorprendentes resultados. Por ejemplo, antiaging, para atenuar el daño de las toxinas oxidantes que de manera natural propician el envejecimiento de las células, si a ello se suma el hecho de que aumenta la producción de colágeno. En fin, son muchos los campos de actuación en los que se debe investigar ya que en medicina todo debe tener evidencia científica.

Cuando no está recomendado el tratamiento

Antes de someterse a un tratamiento de oxigenación hiperbárica debe consultar con un médico especializado en medicina hiperbárica que indicará si es apto o no para el tratamiento y prescribirá el número de sesiones, la presión a la que se va a administrar, la duración de cada sesión y las respuestas al tratamiento.

En estas situaciones no se recomienda someterse al tratamiento

  • Claustrofobia o un neumotórax no tratado
  • Toxicidad demostrada al oxígeno (se presenta en muy pocos pacientes y de modo excepcional)
  • Incompatibilidad con ciertos medicamentos como son: Doxorrubicina, Bleomicina, Disulfiram, Cisplastino y Acetato de Mafenida.
  • No se aconseja recibir el tratamiento si hay infecciones de vías respiratorias tipo sinusitis o un simple cuadro gripal ya que en estas condiciones el paciente no puede compensar bien las diferencias de presión.
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