La fibrilación auricular se ha convertido en uno de los grandes desafíos sanitarios asociados al envejecimiento de la población
Fibrilación auricular e ictus: por qué conocer el origen es clave para prevenir el daño irreversible
Una patología silenciosa que crece con la edad y que se ha consolidado como una de las principales causas de ictus. Los especialistas de Quirónsalud alertan de que detectarla a tiempo resulta decisivo para prevenir daños graves
en colaboración con quirónsalud
La fibrilación auricular se ha convertido en uno de los grandes desafíos sanitarios asociados al envejecimiento de la población. Su relación directa con el ictus la sitúa en el centro de las estrategias preventivas de los principales hospitales españoles, que insisten en la importancia de identificarla a tiempo para evitar consecuencias graves. En este contexto, la red asistencial Quirónsalud, y en particular la Unidad de Ictus del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, advierte de la necesidad de aumentar el conocimiento social sobre esta patología silenciosa y, a menudo, infradiagnosticada.
Tal y como explica el doctor Jaime González-Valcárcel, coordinador de la Unidad de Ictus de Quirónsalud Madrid, el ictus continúa siendo una de las enfermedades neurológicas más devastadoras y menos reconocidas por la población general. «El ictus es una patología grave, con importantes consecuencias socio-sanitarias y desconocida por gran parte de la población. Es la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la segunda causa a nivel global en España, primera causa de discapacidad en adultos y segunda causa de demencia. Cada año se producen 120.000 nuevos afectados en España; 1 de cada 6 españoles va a sufrir un ictus a lo largo de su vida» .
El ictus es una patología grave, con importantes consecuencias socio-sanitariasCoordinador de la Unidad de Ictus de Quirónsalud Madrid
El impacto de esta enfermedad hace que los especialistas insistan en la detección precoz de los factores que pueden desencadenarla. Entre ellos, la fibrilación auricular tiene un papel protagonista. Su presencia multiplica de manera significativa el riesgo de sufrir un ictus, especialmente cuando no está diagnosticada. El doctor Rafael Arroyo, jefe del Departamento de Neurología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, subraya el peso de los factores modificables y cómo su control adecuado puede marcar la diferencia: «Los principales factores de riesgo a la hora de sufrir un ictus son hipertensión, fibrilación auricular, diabetes, sedentarismo y consumo de tabaco, responsables de las dos terceras partes de los ictus que se producen entre la población» .
Los principales factores de riesgo a la hora de sufrir un ictus son hipertensión, fibrilación auricular, diabetes, sedentarismo y consumo de tabacoJefe del Departamento de Neurología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid
Pero más allá de su relevancia epidemiológica, la fibrilación auricular encierra otro problema: su carácter silencioso. Muchas personas la padecen sin saberlo. «Se estima que entre el 1 y el 2 % de la población general padece fibrilación auricular, una patología que va en aumento debido a que está ligada a la edad; de hecho, algunos estudios estiman que más de un millón de españoles pueden padecer fibrilación auricular, de los cuales alrededor del 20 % lo desconoce» , advierte el Dr. Arroyo. Esta falta de diagnóstico temprano aumenta el riesgo de sufrir un ictus cardioembólico, uno de los más graves y con peores secuelas.
Por ello, los especialistas insisten en que la prevención pasa, en gran medida, por conocer la causa del ictus potencial antes de que se produzca. «Detectar la fibrilación auricular a tiempo, una de las principales causas de ictus, va a permitir prevenir la aparición o el desarrollo de un ictus» , concluye Arroyo.
Unidades especializadas
Conscientes del enorme impacto social y sanitario del ictus, el hospital Universitario Ruber Juan Bravo ha reforzado su unidad especializada para ofrecer una respuesta temprana y eficaz. La Unidad de Ictus del complejo universitario Ruber Juan Bravo recibe una media de 300 pacientes al año, con una estancia media de 1,9 días en la unidad y 4,2 días de hospitalización total, cifras que reflejan una intervención rápida y efectiva. Se trata de tiempos «muy razonables», tal y como destacan los responsables del servicio.
El hospital Universitario Ruber Juan Bravo ha reforzado su unidad especializada
La unidad cuenta además con un modelo de atención continua disponible las 24 horas del día. Dispone de guardias específicas de neurología y neurorradiología intervencionista, lo que garantiza una respuesta inmediata ante cualquier caso agudo. A esto se suma un avanzado sistema de teleictus, que permite extender esta atención urgente a otros centros del grupo, como el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, el Hospital La Luz, el Hospital Quirónsalud Sur y el Hospital Quirónsalud Valle del Henares.
Este servicio de telemedicina facilita que pacientes atendidos en otros hospitales puedan acceder a los mejores tratamientos disponibles en los primeros minutos críticos, algo decisivo para minimizar daños neurológicos. La evidencia científica demuestra que la rapidez en la administración de terapias como la trombólisis o la trombectomía puede determinar el pronóstico funcional del paciente.
Seguimiento y prevención
La actuación hospitalaria no finaliza con el alta. La Unidad de Ictus garantiza un seguimiento estrecho desde consultas especializadas para asegurar el control de los factores de riesgo y la adecuada adaptación de los tratamientos preventivos. Este acompañamiento prolongado es fundamental para reducir la probabilidad de un segundo ictus, un escenario más frecuente de lo que suele imaginarse.
Los resultados avalan esta estrategia asistencial. La unidad presenta un 76% de pacientes independientes a los tres meses de haber sufrido un ictus y una tasa de mortalidad inferior al 7 %, cifras que el propio equipo califica como «un nivel de excelencia de la asistencia ofrecida».
La lucha contra el ictus comienza mucho antes de que aparezcan los síntomas
El mensaje de los especialistas es que la lucha contra el ictus comienza mucho antes de que aparezcan los síntomas. La detección precoz de la fibrilación auricular, la identificación de factores de riesgo y el acceso a unidades especializadas permiten salvar vidas y mantener la independencia funcional de miles de pacientes cada año.
Quirónsalud recuerda que, en un contexto de envejecimiento demográfico, la prevención se convierte en la herramienta más eficaz. Y para ello, conocer la causa —especialmente cuando se trata de una patología silenciosa como la fibrilación auricular— es fundamental para adelantarse al daño y evitar que el ictus irrumpa de forma irreversible.