La futura planta de biocombustibles 2G de Moeve en Huelva encara la recta final de su desarrollo

En Palos de la Frontera, Huelva, Moeve avanza en uno de los proyectos industriales más importantes de su hoja de ruta, La compañía, en alianza con Apical, ha superado ya el 50 % de la construcción de su planta de biocombustibles de segunda generación (2G), un hito que refuerza el papel de España hacia modelos energéticos más sostenibles. Con una superficie de 220.000 metros cuadrados –equivalente a más de 30 campos de fútbol–, esta instalación forma parte del mayor complejo de producción de estos combustibles en el sur de Europa y promete duplicar la capacidad actual de Moeve hasta un millón de toneladas anuales.

Es un orgullo ver cómo progresa uno de los tres mayores proyectos industriales en construcción en EspañaMaarten WetselaaCEO de Moeve

Durante su visita a las obras, Maarten Wetselaar, CEO de Moeve, aseguró: «Es un orgullo ver cómo progresa uno de los tres mayores proyectos industriales en construcción en España», y destacó el impacto en la economía local y la descarbonización de sectores clave como la aviación, el transporte marítimo y terrestre. Hasta ahora, cerca de 800 profesionales han participado en esta epopeya industrial, un número que se elevará a 2.000 puestos directos e indirectos durante la fase de operación. Además, un ambicioso plan de formación de más de 53.000 horas asegura que los trabajadores locales estén preparados para manejar esta tecnología puntera.

Avances técnicos que marcan la diferencia

La construcción, iniciada en febrero de 2024, avanza a buen ritmo. El 70 % de las obras civiles está concluido, la estructura metálica casi lista con un 30 % de montaje, y ya se instalan equipos, tuberías y cableado. En los próximos meses, se desplegarán 590 kilómetros de tuberías –más que la distancia de Huelva a Madrid– y 1.400 kilómetros de cable, superando incluso el trayecto a París. Los tanques se fabrican in situ al 70 %, y el 90 % de los equipos externos llegarán antes de finales de 2025. Todo apunta a que la planta inicie producción a finales de 2026, con una flexibilidad que permite alternar entre combustible sostenible de aviación (SAF) y diésel renovable (HVO).

Lo que hace única a esta planta es su compromiso con el medio ambiente. No consumirá agua dulce, solo aguas recuperadas, y sus emisiones hídricas serán mínimas gracias a una avanzada planta de tratamiento. Alimentada por hidrógeno renovable y electricidad 100 % verde, emitirá un 75 % menos de CO2 que una instalación tradicional, con cero emisiones netas en el horizonte. Junto a biogás para hidrógeno verde, los combustibles producidos evitarán 3 millones de toneladas de CO2 al año, el 4 % de las emisiones del transporte por carretera en España. El suministro de materias primas, como residuos agrícolas y aceites usados de cocina, está garantizado por un acuerdo a largo plazo con Apical, cerrando el círculo de la economía circular.

Un impulso a la reindustrialización española

Esta planta es parte del objetivo de la compañía de alcanzar una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles para 2030, de las que 800.000 toneladas serán de SAF. Este avance se enmarca en la estrategia Positive Motion 2030, con la que Moeve aspira a liderar la transición energética en España y Portugal. Presentada en 2022, la iniciativa no solo impulsa la producción de moléculas verdes —como hidrógeno renovable y biocombustibles de segunda generación—, sino que también apuesta por el desarrollo de una amplia red de recarga ultrarrápida en ambos países.