¿Qué estudiar tras la PAU? Las claves del éxito laboral en 2025

Con la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) ya finalizada, miles de estudiantes se enfrentan a una de las decisiones más importantes y, al mismo tiempo, más estresantes de su vida académica: elegir una carrera universitaria. Sin embargo, en un contexto laboral en constante cambio, ¿sigue siendo esta elección tan decisiva como siempre nos han hecho creer?

Sergi Simón, coordinador de los programas de Gestión de Riesgos y Sostenibilidad en EALDE Business School, invita a replantear la pregunta: «Ya no se trata solo de qué estudiar, sino de cómo prepararse para un futuro donde el conocimiento técnico por sí solo no será suficiente. Las reglas han cambiado».

El informe Future of Jobs 2025 del Foro Económico Mundial lo deja claro: cerca del 22  % de los empleos actuales desaparecerán o serán profundamente transformados en los próximos cinco años. Y esta transformación no se limita a sectores tecnológicos; alcanza también tareas administrativas y perfiles creativos como los relacionados con el diseño gráfico. La automatización y la inteligencia artificial están reconfigurando el panorama laboral a gran velocidad.

Las 'soft skills': el nuevo motor del empleo

En este nuevo escenario, las llamadas soft skills o habilidades blandas se posicionan como un factor clave para la empleabilidad futura. Adaptabilidad, pensamiento crítico, comunicación efectiva, capacidad de aprendizaje continuo, trabajo en equipo y resiliencia son algunas de las competencias que más valorarán las empresas. «El futuro será de quienes sepan adaptarse y aprender más rápido, no solo de quienes acumulen más conocimientos», afirma Simón.

Aunque hay consenso en que áreas como la inteligencia artificial, la sostenibilidad, la ciberseguridad y la automatización serán protagonistas del empleo del futuro, lo que realmente marcará la diferencia será la capacidad humana de evolucionar, colaborar y responder ante la incertidumbre. Más allá de las habilidades técnicas o hard skills, como el manejo de datos o la alfabetización digital, el desarrollo personal y estratégico será determinante.

Entre las competencias personales más valoradas se encuentran la creatividad, la gestión de la frustración, la mentalidad de esfuerzo, el liderazgo positivo, la proactividad, la curiosidad y la toma de decisiones. Según Simón, incluso disciplinas como la gestión de riesgos y la sostenibilidad deben entenderse no solo como salidas laborales, sino como enfoques vitales frente a un entorno cambiante. «Tener un título ya no garantiza el éxito. Lo que realmente importa es mantener la empleabilidad en el tiempo y anticiparse a los cambios», subraya.

En un mundo donde el mercado laboral se reinventa constantemente, la PAU y la elección de una carrera ya no son los únicos pilares sobre los que construir una trayectoria profesional. La clave estará en cultivar la actitud, la capacidad de adaptación y un conjunto sólido de habilidades humanas que permitan afrontar los desafíos de forma flexible y estratégica.