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Educación

José Elías, millonario: «La mejor inversión en educación es dejar que tu hijo pierda dinero»

La experiencia de perder dinero en un entorno controlado ofrece lecciones que ninguna enseñanza académica puede igualar

El empresario multimillonario español José Elías ha generado un intenso debate en redes sociales tras compartir su particular visión sobre la educación financiera de los jóvenes. En una publicación reciente en X (antes Twitter), relató una experiencia con su hijo Marc que ilustra su filosofía educativa: «entregarle 1.000 euros a los 14 años para que los invirtiera en trading», consciente de que probablemente los perdería.

Para él, esta fue «la mejor inversión en la educación de mi hijo», porque le permitió aprender de manera práctica el valor del dinero y los riesgos que implica gestionarlo. Según explica, no se trataba de fomentar la riqueza inmediata, sino de enseñar a su hijo a enfrentarse a la incertidumbre y a la responsabilidad de sus decisiones financieras desde una edad temprana.

La lección que obtuvo fue múltiple. Aprendió qué significa gestionar riesgos de manera real, que no todas las personas que ofrecen productos financieros dicen la verdad, que el dinero fácil no existe y que los mercados no perdonan la inexperiencia. Según José Elías, ninguna charla, sermón o prohibición habría tenido un impacto tan duradero como la experiencia de perder dinero de manera directa y controlada.

La importancia de aprender mediante la acción

El caso también incluye un matiz crítico hacia los fraudes financieros: Marc cayó en un esquema de opciones binarias, un timo clásico en el que muchos novatos pierden su dinero sin remedio.

La filosofía de José Elías pone de relieve la importancia de aprender mediante la acción, incluso si ello implica cometer errores. Considera que la educación tradicional no siempre prepara a los jóvenes para enfrentar los desafíos del mundo real, mientras que la práctica y la exposición a riesgos controlados fomentan la autonomía, la resiliencia y la capacidad de tomar decisiones informadas.

Con su publicación, invita a reflexionar sobre cómo preparar a las nuevas generaciones para un entorno económico y profesional cada vez más complejo. Para él, perder 1.000 euros fue una inversión que valió mucho más que cualquier clase teórica, fue un aprendizaje profundo sobre la gestión del dinero, la ética financiera y la responsabilidad personal.