El escudo actual de la Cámara de Comercio de Barcelona
La Cámara de Comercio de Barcelona quiere quitar la corona del escudo de la entidad
Hay socios que rechazan este cambio, pero desde la institución dice que se trata de «modernizar» su imagen
La Cámara de Comercio de Barcelona quiere quitar la corona real del escudo de la entidad. Es lo que pretende la Junta de gobierno que está controlada por Eines de País, la candidatura independentista vinculada a la Asamblea Nacional Catalana. Algunos miembros rechazan este cambio, y de ahí que se haya decidido retrasar la celebración del pleno en el que se tiene que aprobar definitivamente esta cuestión, para dar unos días más de «reflexión».
Estos miembros consideran que se ha tomado la decisión por motivos políticos, por una cuestión ideológica. Pero desde la institución alegan motivos históricos para hacer el cambio: quieren recuperar el escudo que el Consulado de Mar tenía en el siglo XIV, que consideran más moderno. Esto supone quedarse con el escudo de Barcelona y debajo las aguas que representan al Consulado. Y no solo se quiere eliminar la corona, sino también la inscripción: Terra dabit merces, undaque divitias (la tierra te da bienes, el mar los reparte).
El escudo actual se remonta a 1758. De hecho, es anterior a la fecha en la que se autorizó la creación de las cámaras de comercio, que fue en 1886. El historiador César Alcalá lamenta este revisionismo antimonárquico impulsado por administraciones y algunas instituciones en Cataluña. Y es que algunos ayuntamientos también han eliminado de su escudo la corona, o en el caso de Barcelona, ya se han eliminado del nomenclátor de la ciudad nombres borbónicos, como la avenida Príncipe de Asturias, llamada ahora como de Riera de Cassoles; la Plaza Juan Carlos I, que ha pasado a denominarse Plaza Cinc d'oros; o la avenida de Borbó, rebautizada como de los Quince. El objetivo es también cambiar el nombre a otras vías como la Avenida María Cristina o el Paseo de Isabel II.
Resultado del cambio de escudo
Alcalá, en todo caso, deja claro que «la historia es la que es, y por mucho que se quiera no se puede cambiar». Considera que ahora es «la moda», el minimalismo, dejándolo «en la mínima expresión, y en este caso, añade, «lo primero que se cargan es la monarquía». «Como son republicanos no quieren que se reconozca el pasado monárquico de las instituciones catalanas», dice el historiador, quien recuerda, que dejando de lado los períodos de república, en Cataluña siempre ha habido monarquía.
Desde que ganó las elecciones a la Cámara de Comercio la candidatura de Eines de País, en la órbita del ANC, se han marcado muchas distancias con la corona. De hecho, se acabaron los encuentros con el Rey, que el anterior responsable de la Cámara, Miquel Valls, sí mantenía con Felipe VI. Y no solo eso, sino que cuando Joan Canadell, actual diputado de Junts per Catalunya, fue elegido presidente de la Cámara retiró el busto del Rey Emérito de la Sala de Plenos y el cuadro de Alfonso XIII de la sala Lucrecia.
De hecho, Canadell pretendía llevar a cabo una consulta en el seno de la institución para decidir si se debía declarar persona non grata al Rey Felipe por su discurso del 3 de octubre. Canadell, además, sí ha mostrado sus simpatías por los historiadores que formen parte del llamado Institut Nova Historia, que defienden teorías como que el Cid, Colón o incluso Shakespeare eran catalanes.