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24 de abril de 2024

Imagen del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños

Imagen del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños

 Un historiador reconoce que infló las cifras oficiales de víctimas del franquismo

El historiador estableció que hubo 7.471 víctimas en Málaga, cifra que ahora ha reducido a 2.537

El catedrático de Historia Contemporánea Antonio Nadal Sánchez (Granada, 1949) ha admitido que aportó al Gobierno una cifra errónea para la estadística oficial sobre víctimas del franquismo. Se trata de los datos que recopila y maneja el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. El historiador estableció que hubo 7.471 represaliados en Málaga, cifra que ha reducido a 2.537 en una conversación con The Objective.
Nadal Sánchez es uno de los historiadores de referencia que ha utilizado el Gobierno de España para su estadística oficial de víctimas. En una de sus obras se incluye el dato que ahora él mismo ha corregido, pidiendo perdón. El grave error reside en el supuesto número de represaliados por el bando nacional en la provincia de Málaga entre julio de 1936 y febrero de 1937, así como los muertos entre 1937 y 1942 como resultado de los Tribunales Militares.
El historiador Antonio Nadal proonuncia una conferencia

El historiador Antonio Nadal Sánchez pronuncia una conferencia en el Museo del Patrimonio Municipal de MálagaAyto. Málaga

«Los 3.500 muertos de la represión republicana no existen», afirma Nadal en el citado medio. También tiene una dura crítica para la Junta de Andalucía por su ingente gasto en investigaciones sobre los sucesos de la carretera Málaga-Almería, conocidos popularmente como «la Desbandá»: «El negocio es terrible. Llevan dos millones gastados cuando por veinte euros que cuesta mi libro podrían salir de dudas».
Ahora el historiador recoge en otro libro los nombres y apellidos de los 2.537 víctimas que se registraron en su provincia natal. Y mantiene que no hubo bombardeo civil ni genocidio. Por el contrario, argumentas que la marcha desordenada de miles de personas en «la Desbandá» fue consecuencia de la imprevisión de las autoridades republicanas, que no planearon acertadamente la evacuación de la ciudad.
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