Aznar inaugurará mañana en el CEU el Congreso Internacional sobre Cánovas del Castillo
Durante dos días, numerosos historiadores, académicos y expertos se darán cita en Madrid en este encuentro, que abordará la figura del político referente del conservadurismo español del siglo XIX
Cánovas, el gran político de la Restauración
Sus aficiones literarias le llevan a colaborar en La Patria, y sus inquietudes políticas le acercan al General O`Donnell, siendo su hombre de confianza durante la Vicalvarada, redactor del Manifiesto del Manzanares que dio a conocer los postulados de la Revolución en 1854, punto de arranque del bienio progresista y de su brillante carrera política.
Nombrado Diputado por Málaga desempeña distintos altos cargos administrativos, dentro y fuera de España. En todos ellos exhibe una preparación poco común por sus amplios conocimientos de Derecho, Hacienda, Política, Economía, Administración, Arte militar, aparte de una amplia y sólida cultura humanística -fue miembro de número de la Academia de San Fernando y Director de la de la Historia e incluso autor literario con obras como La campana de Huesca (1852)-, que hacen de él un estadista moderno.
Tras la Revolución de 1868 se convierte en el principal defensor de la causa alfonsina, dirigiendo los pasos para su instauración en el trono de España. Expone claramente los principios de la nueva monarquía en el Manifiesto de Sandhurst, leído por el príncipe Alfonso al cumplir los diecisiete años (1 de diciembre de 1874).
Proclamado Rey como Alfonso XII, después del pronunciamiento del general Martínez Campos, Cánovas accede a la Jefatura de Gobierno, promulgando la Constitución de 1876 –la de más larga duración en España–, y se alterna en el poder con el Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta. Se inicia así La Restauración, uno de los períodos más prolongados de paz, estabilidad y progreso de España, truncado por el asesinato del político malagueño en el balneario de Santa Águeda (Guipúzcoa) por el anarquista italiano Angiolillo en 1897.