Irene Montero escucha una intervención de Pedro Sánchez, el 2 de noviembre en el Congreso
Máxima tensión
El órdago del PSOE a Irene Montero amenaza con dinamitar la ley trans y la coalición
En Podemos se malician que los socialistas están buscando excusas para hacer descarrilar una ley que, aunque fue aprobada por el Consejo de Ministros, no ha traído más que polémica
Del 'solo sí es sí', Irene Montero ha pasado al 'no es no'. La ministra de Igualdad acusó este lunes al PSOE, ante las cámaras de TVE, de tener la tentación de pactar la ley trans con el PP. Montero denunció que los socialistas no están por la labor de retirar su enmienda sobre la autodeterminación de género en los menores. Acto seguido adelantó que por ahí Unidas Podemos no pasa. O al menos Podemos no pasa (Yolanda Díaz también es Unidas Podemos).
Las turbulencias en la coalición han vuelto solo unos días después de que Pedro Sánchez, los ministros del ala socialista y todo el PSOE cerraran filas con Montero por la «violencia política» de la que, según la izquierda, está siendo víctima por parte de Vox. Pero cuando despertaron el dinosaurio de la discordia todavía estaba allí, como escribió Monterroso.
En Podemos se malician que el PSOE está intentando estirar la tramitación del proyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI –que así se denomina– hasta que acabe muriendo en la orilla de la legislatura. Sin salir adelante, utilizando como coartada el pinchazo de la ley del solo sí es sí. «Es una ley que salió del Consejo de Ministros», recordó este lunes en una radio Pablo Iglesias, acusando al PSOE de buscar excusas. Si esa ley acaba saltando por los aires, también lo puede hacer la coalición. «Quien pretenda chantajear a Podemos ya sabe lo que se va a encontrar», añadió.
De entrada, el pasado jueves el Congreso aprobó la avocación por el pleno del proyecto de ley a iniciativa del PP, lo que en la práctica supone retrasar su tramitación varias semanas más, a mayores de todo lo demás. Significa, en síntesis, que tendrá que ser debatida y votada una vez más en el pleno antes de ser enviada al Senado, cuando en principio lo que saliera de la Comisión de Igualdad era lo que iba a trasladarse a la Cámara Alta.
Este año no será
Por lo pronto, el objetivo de la ministra Montero de aprobar esta ley antes de fin de año ya no es plausible, puesto que al 2022 le quedan tres plenos (y uno es el de esta semana). El PSOE primero amplió el plazo de enmiendas, para enfado de la titular de Igualdad. Después presentó varias para limitar la autodeterminación de género de los menores y endurecer la reversibilidad del cambio de sexo en el registro.
Tras tanto tira y afloja, el PSOE ha decidido que la ponencia sea convocada para este miércoles, aunque no haya acuerdo previo con sus socios. Se trata del grupo de diputados que negocia en comisión las enmiendas parciales. Los trabajos de esta última, según el calendario de Montero, deberían haber concluido el 18 de noviembre. Estamos a día 29 y está por echar a andar.
Desde el PSOE, su vicesecretaria general defendió este lunes que el aval judicial para los menores de 16 años es una línea roja irrenunciable. Aunque no lo era cuando el Consejo de Ministros que comparten los socialistas con Unidas Podemos aprobó el proyecto de ley. Según María Jesús Montero es para «preservar la seguridad jurídica», y quien vea cualquier otra motivación se equivoca.
Manifestación contra la ley del 'solo sí es sí'
Entre los que ven «otra motivación» están la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), Chrysallis, y la Fundación Triángulo, entre otros colectivos, que ayer anunciaron movilizaciones «contra los recortes en derechos que pretende imponer el PSOE», según denunciaron en una nota de prensa. «El presidente del Gobierno nos ilusionó y dio esperanza en su discurso de investidura, prometiéndonos los derechos humanos usurpados a nuestras infancias. ¿Dónde están esos derechos humanos?, ¿Dónde está nuestro presidente?».
Pedro Sánchez, por su parte, no tiene ninguna intención de pactar la ley trans con el PP. A pesar de lo que deslizó la ministra de Igualdad y de que los populares se abrieron este lunes a negociar, siempre y cuando el PSOE acepte sus enmiendas. «Siempre es bueno que los principales partidos lleguen a acuerdos y no se debe abandonar. El problema es que el PSOE no quiere hablar de nada, o mejor dicho, el sanchismo», resumió su coordinador general, Elías Bendodo.
Bien saben los populares que Sánchez nunca les ofrece nada a cambio. La semana pasada, sin ir más lejos, el PP votó por primera vez a favor del presupuesto del Ministerio de Defensa, para no dejar las inversiones militares en manos de ERC, Bildu y el PNV en el contexto de una guerra. Ni la ministra de Defensa ni tampoco la de Hacienda tuvieron ni media palabra de agradecimiento.
Entretanto, el presidente anunció ayer que el Consejo de Ministros aprobará este martes el anteproyecto de la Ley integral contra la trata de seres humanos. «Una ley para avanzar en la lucha contra las mafias que trafican con mujeres, hombres, sobre todo niñas y niños, dando un paso más en la dignidad de nuestro país», presumió Sánchez. Pero este texto también trae mucho mar de fondo entre los socios.
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