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01 de mayo de 2024

La última reunión orgánica del PSOE presidida por Sánchez, el 29 de mayo

La última reunión orgánica del PSOE presidida por Sánchez, el 29 de mayoEva Ercolanese/ PSOE

Los ánimos, caldeados

Sánchez incendia el Comité Federal del PSOE al desautorizar a los barones para imponer a sus afines

El líder socialista preside este sábado la reunión del órgano, en la que se aprobarán las listas. Se suponía que iba a haber un cierre de filas simulado, pero este viernes todo saltó por los aires

Se suponía que el de este sábado iba a ser un Comité Federal del PSOE de contención, de intentar mantener prietas las filas hasta el 23 de julio: todos centrados en las elecciones, sin distraerse en ajustes de cuentas ni maniobras sucesorias. Ése era el plan.
Pero los últimos movimientos de Pedro Sánchez este viernes para colocar a sus afines en las listas y eliminar cualquier disidencia hicieron saltar todo por los aires.
La noche acabó con la Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León levantados en armas, y la sangre estuvo a punto de llegar al río también en Castilla-La Mancha, cuando Ferraz borró de la candidatura por Toledo a la mano derecha de Emiliano García-Page, Sergio Gutiérrez. Aunque después Sánchez reculó, rendido a su debilidad interna. «Agradezco el diálogo cordial con la dirección federal del PSOE», escribió el presidente castellano-manchego en un tuit, en señal de victoria. Por el contrario, no hubo marcha atrás de Sánchez en Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón.
A última hora del día, una quincena de candidatos de las listas del PSOE Aragón renunció por su «profunda disconformidad» con los cambios ejecutados por la Comisión Federal de Listas. El detonante fue la inclusión de Susana Sumelzo como número dos por Zaragoza, por detrás de Pilar Alegría y en lugar de Óscar Galeano. Quien, a su vez, ya había sido relegado como cabeza de cartel por la imposición de la actual portavoz del PSOE y ministra de Educación. También dimitieron los candidatos por Ávila.
Lo ocurrido este viernes refleja aún más que las candidaturas suponen los últimos botes salvavidas para el sanchismo. Sánchez las ha utilizado para poner a salvo a sus ministros, a todos menos a Nadia Calviño, Pilar Llop y José Luis Escrivá, porque los tres han renunciado voluntariamente a ir en los puestos de salida.
También, al director de su Gabinete y al adjunto de éste, Óscar López y Antonio Hernando. Así como a tres barones territoriales que fueron desalojados del poder el 28 de mayo: Francina Armengol y Óscar Puente, que encabezarán la lista por Baleares y por Valladolid al Congreso, respectivamente; y Concha Andreu, que liderará la plancha por La Rioja al Senado.
Sánchez se dirigirá a los suyos al comienzo del encuentro, en la línea del discurso que hizo delante de sus diputados y senadores el pasado 31 de mayo. Aquel día señaló que el PSOE era elegido para parar la «corriente reaccionaria» en todo el mundo. También les advirtió de que serán una precampaña y campaña de golpes bajos: «La derecha extrema y la extrema derecha están envalentonadas. No tendrán ningún pudor para lanzar infundios y traficar con la mentira. Por eso debemos dar la batalla», avisó. Y les dijo que tomó la decisión de adelantar las elecciones pensando en ellos. «Ningún líder puede mirar para otro lado cuando los suyos reciben un castigo tan injusto y tan inmerecido», sostuvo.
Los sondeos vienen pronosticando un muy mal resultado para el PSOE en las elecciones del 23 de julio, en medio de una tormenta perfecta para Sánchez: al rechazo que suscita entre una parte importante del electorado se une la gran movilización de la derecha y la apatía de la izquierda. En el barómetro de encuestas que publica El Debate este sábado, tras los comicios de mayo la distancia entre Alberto Núñez Feijóo y Sánchez se amplía a ocho puntos. Y lo que es más: el presidente firmaría un resultado cuatro puntos por debajo del que obtuvo su partido en mayo.
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