Presentación del libro de Carlos Mayor Oreja
C.Mayor Oreja: «La esperanza es lo que hace que el lector se quede con buen sabor de boca»
`Tiza y Pancarta´ acerca al lector al San Sebastián de 1976 a través de la mirada de un profesor conservador que refleja la relación entre «violencia, política y fe»
El político, abogado y profesor universitario, Carlos Mayor Oreja, ha confesado que se lo ha «pasado bomba escribiendo esta novela» que relata el San Sebastián de 1976 a través de una mirada de un profesor conservador que vuelve a San Sebastián, su ciudad natal, a dar clase en Marianistas después de haber vivido media vida en Madrid.
Allí se encuentra fuera del ambiente y no entiende qué es lo que está pasando en la sociedad vasca. Son cuatro alumnos los que le abren los ojos. Cada uno de ellos representa a una rama del pensamiento de la sociedad del momento. Por eso, a juicio de Mayor Oreja, estos personajes permiten representar el conjunto de la sociedad vasca de la época.
La presentación del libro ha tenido lugar este jueves en Madrid y a la que han acudido personalidades relevantes como el periodista y escritor, Alfonso Ussía, y la exdiputada del Parlamento Vasco por el PP y política comprometida con la lucha contra ETA, María San Gil.
Una presentación de un relato que, aunque es ficción, tiene parte de la propia biografía y esencia del escritor ya que está escrito a partir de sus propios diarios que escribía cuando apenas tenía 15 años «Uno se explica las respuestas que ha dado a determinados problemas de la vida gracias a las enseñanzas de los profesores y maestros de la niñez».
Una novela que pretende ser un «reflejo de lo que pasa en el año 76 y del inicio de la relación de aprendizaje entre la violencia, la política y la fe que se produce en la propia vida del personaje».
Mayor Oreja asegura que narra «con precisión histórica lo que ocurrió en aquellos años bajo la visión del propio personaje». Una novela redactada desde el punto de vista del humanismo cristiano en la que aparece como una constante «la esperanza y el valor de la amistad». Por eso, ha asegurado que, a pesar de ser un relato duro, «el lector no se queda con una sensación amarga, sino todo lo contrario, con un buen sabor de boca». Además, ha destacado que «se habla mucho de la iglesia vasca, del cambio entre la concepción de Jesús como Cristo Rey a Jesús como pastor».
María San Gil: «Es nada políticamente correcto»
La exdiputada del PP en el Parlamento Vasco ha asegurado que esta novela le ha removido sus recuerdos de niñez y juventud en San Sebastián. Un relato que le ha acercado al sentir de esa época como «la Panchineta, la tienda de música Erviti, la palabra pocholo, o el primer Policía Municipal negro de la ciudad: Lorenzo Bakale».
San Gil ha asegurado que se trata de «un libro valiente y nada políticamente correcto» que le traslada a la esencia que se respiraba en la capital de Guipúzcoa en momentos como «la tamborrada, las manifestaciones, las pancartas, el impuesto revolucionario, o acontecimientos dramáticos como los asesinatos de ETA».
Ussía: «Esa simpatía de los donostiarras ya no está»
Alfonso Ussía ha relatado que él solía veranear en San Sebastián y ha asegurado que en ese momento «la gente de San Sebastián se respetaba, todos éramos amigos y no existían las clases sociales». Ha recordado cómo en su pandilla del tenis «estaba la hija de un taxista o un pescadero». Ha garantizado que «las clases estaban eliminadas completamente» y, por eso, se sorprendió cuando «apareció el odio hacia la clase social que representaban los veraneantes y la alta burguesía». Sin embargo, ha lamentado que «ya no se habla con libertad» y ha asegurado que «aquella simpatía natural de los donostiarras ya no está».
Ussía ha puesto en valor a los profesores de Marianistas, colegio en el que estudió él mismo y ha asegurado que los profesores son «unos educadores excepcionales». Además, ha destacado que «tener un gran profesor en la vida es un test que te marca».
En esta presentación de `Tiza y Pancarta´ Ussía ha querido lanzar un deseo: «Que algún día la ciudad más bonita de España pueda volver a serlo, teniendo a los habitantes más bonitos de España que ya no están».